Todos hemos fantaseado alguna vez con ganar la lotería; sin embargo, convertirse en multimillonario de la noche a la mañana puede ser muy diferente a lo que imaginamos. Un ejemplo claro de esto es la historia de Frances y Patrick Connolly, una pareja norirlandesa que, en el año 2019, ganó 114 millones de libras (144 millones de dólares) en la lotería europea Euromillones.
Al hablar sobre el día en el que descubrieron que se habían convertido en ganadores de la lotería, Frances Connolly y su esposo recuerdan que acababan de alojarse en un hotel mientras mientras se preparaban para hacer pública su victoria.
En conversación con el medio Daily Mail, la mujer reveló que lo primero que tuvo que comprar después de convertirse en multimillonaria fue ropa interior. “¿De verdad quieres saberlo? Un par de bragas”, declaró.
Resulta que, al enterarse de su premio, la pareja decidió abandonar su hogar de inmediato a toda prisa sin llevar prácticamente nada consigo. Así que, una vez en el hotel hotel, Frances se puso en contacto con su hija para que le comprara las prendas íntimas.
“Cuando llegamos a un hotel en Inglaterra el viernes por la noche, antes de la conferencia de prensa, tuve que llamar a nuestra (hija) Fiona y decirle: “¿Puedes pasarte por Marks & Spencer?”, aseguró. “Consiguió un paquete de tres pares por 12 libras (unos 14 euros)”.
Por supuesto, una vez resuelta esta necesidad, los Connolly pudieron disfrutar de los lujos que su nuevo estatus les permitía. Por ejemplo, Frances le regaló a su padre un reloj de bolsillo de oro.
¿Qué hicieron con su dinero tras ganar la lotería?
Frances y Patrick Connolly, la pareja que ganó el Euromillones en 2019, han demostrado ser unos ganadores muy generosos. En lugar de gastar su dinero en lujos excesivos, optaron por compartir su fortuna con los demás.
Una de las primeras cosas que hicieron fue crear fundaciones benéficas para apoyar causas que les apasionan, como la investigación médica y la educación. Además, donaron grandes sumas de dinero a organizaciones sin ánimo de lucro y han ayudado a familiares y amigos.
Además de estos actos filantrópicos, los Connolly también disfrutaron de los beneficios de su nueva riqueza. Han viajado por el mundo, adquirido propiedades y se han permitido algunos caprichos; sin embargo, mantienen un estilo de vida relativamente modesto.