Soy nutricionista y este es mi mejor consejo para mejorar la calidad del sueño

Dormir bien es fundamental para nuestra salud y bienestar; sin embargo, muchos de nosotros tenemos dificultades para conciliar el sueño o disfrutar de un descanso reparador. Afortunadamente, existen diversas herramientas que pueden ayudarnos a superar este problema, siendo una de ellas las mantas con peso.

Al presentarse en el podcast “LO QUE TÚ DIGAS”, el nutricionista Saúl Sánchez explicó que estos accesorios, rellenos de pequeñas bolitas de vidrio o plástico, ejercen una suave presión sobre el cuerpo, similar a la sensación de un abrazo.

“Lo ideal es conseguir una que pese el 10% del peso de tu cuerpo. 80 kilos son 8 kilos más o menos”, sugiere Sánchez.

Esta presión activa los mecanorreceptores de nuestra piel, lo que genera una sensación de calma y relajación. Según el experto, esta sensación puede ayudar a reducir el estrés y los movimientos involuntarios durante el sueño.

“Te tranquiliza, reduce el movimiento de noche y el síndrome de las piernas inquietas, mejora el descanso de personas con déficit de atención o autismo y, generalmente, incrementa un poquito la calidad del sueño”, explica.

Es recomendable consultar con un médico antes de usar una manta con peso, especialmente si tienes alguna condición médica subyacente.

Más consejos para mejorar la calidad del sueño

Según el portal especializado MedlinePlus, para disfrutar de un sueño reparador es importante establecer una rutina regular de sueño. Dicho de otra forma: implica acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Además, es recomendable crear un ambiente propicio para el descanso: un cuarto oscuro, tranquilo y a una temperatura agradable.

Evitar comidas pesadas y bebidas con cafeína o alcohol antes de dormir también es esencial para conciliar el sueño más fácilmente. Asimismo, realizar ejercicio regularmente puede mejorar la calidad del sueño, pero es importante evitar actividades físicas intensas justo antes de acostarse.

Crear una rutina relajante antes de dormir, como leer un libro o tomar un baño caliente también puede ayudar a preparar el cuerpo para el descanso. Además, es importante limitar el uso de dispositivos electrónicos con pantallas brillantes antes de acostarse.