Nichole Andrews, una dietista oncológica de Estados Unidos, se volvió viral al compartir en sus redes sociales tres hábitos que ha eliminado de su vida para disminuir el riesgo de padecer cáncer. Su mensaje llega en un momento importante, ya que las tasas de cáncer están aumentando, especialmente entre los más jóvenes.
“El conocimiento es poder, y estoy aquí para lanzar algunas bombas de verdad sobre cómo reducir el riesgo de cáncer”, dijo la experta, quien también es autora del libro “The F*ck Cancer Cookbook”.
Uno de los principales cambios que Andrews implementó en su alimentación es eliminar por completo las carnes procesadas. Recordemos que este tipo productos son salados, curados, ahumados o conservados químicamente para alargar su vida útil.
Según el New York Post, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó la carne procesada 1 como ‘cancerígena para los humanos’ en 2015 debido a “pruebas suficientes de estudios epidemiológicos de que comer carne procesada causa cáncer colorrectal”.
Además de las carnes procesadas, Andrews también eliminó el alcohol de su vida. “Omito todo el alcohol de mi vida”, señaló. “Estoy segura de que lo has... visto, probablemente incluso de pasada hoy en día, que el alcohol es divertido, te hace pasar el día, la cultura del vino de mamá, desestresarse, todas esas cosas. No”.
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer al menos siete tipos de cáncer, entre ellos los de mama, intestino, hígado y garganta, según declaró el Cirujano General de Estados Unidos, Vivek Murthy.
Por último, Andrews advierte sobre el uso indiscriminado de suplementos. “No busque suplementos para reducir el riesgo de cáncer, porque, de hecho, las dosis altas de suplementos pueden aumentar el riesgo de cáncer”, advirtió. “Yo no tomo ningún suplemento a menos que me lo recomiende mi médico”.
El mensaje de la dietista es claro: pequeñas acciones en nuestro estilo de vida pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud a largo plazo. Al tomar decisiones conscientes sobre nuestra alimentación y hábitos, podemos reducir el riesgo de desarrollar enfermedades.
Cabe agregar que la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) ofrece recomendaciones similares para reducir el riesgo de cáncer:
- Hábitos saludables: Mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada son fundamentales.
- Evitar factores de riesgo: Dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y protegerse del sol son medidas clave.
- Vacunación: Las vacunas contra el VPH y la hepatitis B ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer.
- Pruebas de detección: Realizarse exámenes de detección regularmente puede ayudar a detectar el cáncer en etapas tempranas, cuando el tratamiento es más efectivo.