En tan solo 48 horas, lo que iba a convertirse en un gran emprendimiento se desmoronó para una costurera argentina. ¿Qué sucedió? Vendió su antigua máquina de coser para comprar una nueva, pero a los días siguientes se dio con la sorpresa que su precio había aumentado. La historia se hizo viral y varios usuarios expresaron su malestar.
La protagonista de esta historia es Rocío Rodríguez, una costurera natural de San Juan, una localidad de Argentina, capital de la provincia homónima. La mujer, como indican medios locales, tenía un pequeño negocio de costura, pero quería adquirir una máquina de coser moderna para generar más ingresos.
Vendió su antigua máquina de coser a 82 mil pesos argentinos para comprarse una de su preferencia, que había visto en Mercado Libre. El producto de una reconocida marca de cuatro hilos estaba valorizado en 110 mil pesos. Gracias a unos ahorros que tenía desde hace unos meses, podía alcanzar la suma.
Sin embargo, unos días después, recibió una noticia que cambió todos sus planes. “Contacté al vendedor a las 48 horas de vender la mía y me dijo que el precio había subido. Que estaba $168 mil. A mi me faltaban $10 mil para comprarla y se me vino el mundo abajo”, indicó al sitio TN.
Lamentó decisión
Para colmo de males, Rocío se dio con la ingrata sorpresa que su antigua máquina, máquina, la recta bajo consumo que había vendido, se estaba comercializando en la plataforma a $142 mil.
“Se los juro por Dios, no solo lloraba si no que la presión me llegó a 17/10 en un rato... El nudo en la garganta que yo tengo por haber perdido no se los puedo explicar. Para que tengan memoria por favor, y cuando vayan a votar, no se olviden de esto. Ahí se van mis sueños y mis ganas de salir adelante”, fue el desahogo de la costurera en su cuenta de Facebook.
Usuarios la apoyaron con donativos, pero no son suficientes
Debido a que la publicación se hizo viral, varios usuarios pidieron que comparta su número de cuenta para que la ayuden con donativos. De esta manera logró conseguir 25 mil pesos, aunque aún es insuficiente, pues necesita otro monto cercano a ese para comprarse la máquina de coser.
“Mi mamá tiene un taller y yo quería empezar a emprender. A ella le dio resultado ese emprendimiento, y con el paso del tiempo se empezó a agrandar. Antes de la pandemia me quedé sin trabajo. Fui moza, trabajé en varios comercios, pero quería independizarme”, dijo al medio argentino citado.
La mujer ahora está en búsqueda de un empleo temporal para reunir el dinero que le falta y comprarse la valiosa herramienta. Su sueño es emprender un negocio de costura grande y así sacar adelante a su pequeño hijo de tres años.
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