Albert Ofosu Nketia es un niño de 7 años de Ghana quien se ha vuelto viral en redes sociales como TikTok y YouTube por una extraña habilidad que le ha valido la reacción de millones alrededor del mundo: llorar y reír al mismo tiempo, por lo que hoy conocerás la verdadera historia este pequeño, de su familia y cómo surgió la idea de grabar el video que dio la vuelta al planeta.
Nuestro protagonista vive Kumasi y fue su madre, Rosina, quien explicó a Oyerepa cómo se dio la grabación del famoso clip, ya que el pequeño lloraba un sábado por la tarde porque quería que le preparasen una comida que le gusta mucho.
Al ver que sus lágrimas no paraban, su abuela se acercó a él con la intención de calmarlo, para lo cual le puso una “canción divertida” que, de inmediato, la sacó la risa viral que todos hemos visto.
Mira aquí el video viral
Quería su plato de comida favorito
“Dijo que quería comer ñame. Estaba lavando en ese momento y no tenía nada en casa, así que no sabía si parar e ir al mercado a comprar algo. Pero, recordé que tenía plátano verde en casa en ese momento, así que se lo cociné”, dijo Rosina.
Pero, algo salió mal a ojos de Albert: “cuando vio el guiso y recordó lo bien que le hubiera ido con ñame hervido en lugar de plátano, echó a llorar... al principio, lo convencimos de que se lo comiera y cuando lo hizo su abuela le preguntó, ‘entonces, te comiste ese plátano’ y él empezó a llorar de nuevo. En un esfuerzo porque dejara de llorar, Nana comenzó a cantarle una canción popular y luego la risa entró en escena hasta que paró”.
Molesta por compartir el video viral en redes
Rosina, quien grabó el divertido momento, confiesa que no tenían la menor intención de que el video se haga público, pero todo se salió de control cuando un vecino lo filtró: “el primer día que vi el video no sabía qué hacer y si hubiera descubierto a la persona que lo filtró, lo hubiera convertido en un caso policial, pues era un video íntimo de la familia”.
Sin embargo, algo pasó para que el video se hiciera viral en todo el mundo: “Su tío no pudo enviar el video a su padre, pero luego vendió el teléfono y la persona que lo compró tuvo acceso al video, su amigo los transfirió y lo liberó... cuando ese hombre se reunió conmigo, me saludó, ni siquiera le respondí porque sentí que pudo contármelo”.
La molestia de Rosina deviene porque si bien su hijo no es un niño especial tiene ciertas condiciones que lo convirtieron en tal dado que nació a los 7 meses, estando a una incubadora hasta cumplir los 9 meses.
“Cuando comenzó a crecer, me di cuenta de que era una condición, pero a través de fisioterapia y otros tratamientos, comenzó a caminar a los 3 años. Ahora está en la escuela, en KG 1. Cuando regresa de la escuela lo ayudo a hacer su tarea”, sentenció.
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