Cuando la vida imita a la ficción. En una historia que se asemeja a la del pasado de Sr. Frío, uno de los villanos más recordados de Batman, un hombre de la provincia de Shandong, República Popular China, mantiene congelada desde hace cuatro años a su esposa poco después que muriera, con la única esperanza de resucitarla en un futuro si las tecnologías médicas lo permiten.
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Gui Junmin perdió a su cónyuge Zhan Wenlian, de 49 años, víctima de un cáncer pulmonar a comienzos de 2017. La enfermedad le fue diagnosticada en 2015 y, para diciembre de 2016, la célula cancerosa hizo metástasis en el cerebro. Dos meses después, fue ingresada en la sala de cuidados paliativos y prácticamente quedó desahuciada en vida.
Mientras Zhan se encontraba en su lecho de muerte, Gui se enteró de la “congelación criogénica del cuerpo humano”, que podría resumirse como la ciencia de usar bajas temperaturas tanto para los tratamientos como la preservación de seres vivos, y se esperanzó en la posibilidad de que su amada podría salvarse de lo que parecía ser una muerte segura.
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Tras hacer su propia investigación y consultar a expertos médicos sobre esta tecnología, el hombre decidió que la última palabra la tuviera su esposa, aunque, para ese momento, ella no podía expresarse por sí misma ni controlar sus músculos faciales debido a lo comprometido que quedó su cerebro producto del cáncer.
Fue así que Gui le pidió que le apretara la mano si aceptaba someterse a la preservación criogénica. “Desde luego que aceptó. De otra forma no hubiera estrujado mi mano”, dijo a un diario local chino en aquel entonces el hombre, que a modo de broma le dijo a Zhan que solo tendría que “dormir por un tiempo”, detalló el portal China Press.
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El corazón de Zhan dejó de latir el 8 de mayo de 2017. Inmediatamente después de ser declarada muerta en los siguientes cinco minutos, la mujer -quien en vida solía trabajar en un banco estatal chino- se sometió a una cirugía de 55 horas en la Fundación de Ciencias de Vida Yinfeng Shangdong para congelar su cuerpo, tal como reportaron importantes medios en aquel momento.
Antes de colocarla en un tanque criogénico de 2,000 litros de nitrógeno líquido que se mantiene una temperatura interior de 196 grados bajo cero para preservarla por los próximos 50 años, Gui le echó un último vistazo a su esposa, quien parecía “profundamente dormida”, informó el diario South China Morning Post.
Zhan Wenlian no es la única en ser preservada a través de la criogenia en la Fundación de Ciencias de Vida Yinfeng Shangdong. Según informes públicos, desde su establecimiento hasta la fecha, al menos 10 personas, cuyas edades oscilan entre 13 a 72 años, se han sometido al proceso de congelación.