En países como Bolivia, las clases presenciales ya son una realidad, muy a pesar que el COVID-19 aún siga entre los habitantes del país altiplánico. Consciente del peligro al que podrían estar expuestos sus alumnos, la docente Aida Luz Careaga Durán decidió invertir el dinero de su salario para la protección de sus estudiantes. Ella es la protagonista de una de las historias virales más hermosas en lo que va del 2021.
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En la comunidad San Gerardo, en Tupiza, departamento de Potosí, los niños se han ido reintegrando al año escolar presencial. Cada uno acude a su centro de estudios con mascarilla y cumpliendo con el distanciamiento social, pues las aulas han sido acondicionadas para respetar el espacio entre cada alumno.
Sin embargo, la profesora Aida Luz Careaga sabe que esas medidas no son suficientes ya que los niños continuarán interactuando. Es por eso que decidió invertir su sueldo para fabricar cubículos en cada una de las carpetas de los estudiantes, esto así garantizará también una mayor protección ante un posible contagio del coronavirus.
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“Cuando uno ama su profesión puede hacer miles de cosas. No me interesa cuánto haya gastado, sino que mis niños puedan aprender”, señaló la docente en una entrevista a Red Uno Sur. Aida Luz asegura que lo más importante es garantizar la salud de sus alumnos y que ninguno de ellos se quede sin acudir al centro de estudios.
“Los niños deben estar con el profesor, ser observados si prestan o no atención, así como percatarse si los estudiantes en realidad aprendieron la materia”, añadió. Los cubículos fueron fabricados con barras de madera y una tela. Aida Luz no quiso revelar la cifra que gastó, pues para ella volver a ver a sus niños no tiene precio.