Te emocionará este caso. Detrás de un graduado, hay muchas personas que durante el camino han ayudado a cumplir el cometido de esa persona. Es el caso de Agnaldo Araújo, de 44 años, quien se tituló de la carrera de Derecho en Sao Paulo, Brasil, y en ese momento tan importante no se olvidó de sus padres. Esta es su conmovedora historia.
Como todo graduado de la educación superior, se vistió con un birrete y una toga para recibir su título en el auditorio de la Asociación Brasileña de Abogados (OAB). En el momento que subió al escenario se preparó para las fotografías y durante ese momento sacó un machete y un azadón.
Los sostuvo en sus manos y posó para la cámara con una sonrisa, recordando así a sus padres que trabajaron en el campo para que él pudiera ser un abogado. “Fue un momento muy emotivo donde entré y salí al escenario con un azadón y un machete en las manos”, dijo Araújo a Metropoles.
Honró a sus padres
Su madre no pudo asistir a la graduación debido a la pandemia, mientras que su padre falleció de leucemia el año pasado. “Hice esto para recordar los sacrificios de mis padres, doña Hilda y ‘su’ Guilherme, quienes, para garantizar la alimentación de sus hijos, trabajaron durante años cortando caña”, explicó Araújo.
Araújo trabajó desde los 12 hasta los 23 años en una finca de caña de azúcar junto a sus padres, después laboró como guardia de seguridad y se convirtió en gerente de una empresa del área. Y pese a que contaba con un buen empleo, quiso estudiar Derecho y cumplir sus sueños.
“Mis padres siempre me apoyaron y me enseñaron la importancia del trabajo y también de los estudios. Por eso entré con el machete y el azadón en la mano, para recordar un poco el sacrificio de ellos y otros padres por la educación de sus hijos”, comentó Araújo durante su discurso.