Las personas suelen bajar de peso para sentirse mejor consigo mismas, tener mejor salud y sentirse más atractivas. Estas pueden ser las motivaciones más típicas. Sin embargo, hay ocasiones en las que nos mueve un objetivo más desinteresado, como es el caso de Daniel Kablutsiak, de Canadá, que perdió 35 kilos y no solo por su propio bienestar. La historia se hizo viral.
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Daniel, de la localidad de Arviat, en Canadá, siempre había sido “corpulento”, pero nada ni nadie había logrado motivarle para empezar a perder peso, a pesar de que los 126 kilos que lucía en su poco más de 1,75 metros de altura le indicaran que debía hacerlo por el bien de su salud.
Por su hijo
Pero hubo un hecho que le hizo recapacitar. Su hijo Hunter, de 16 años, fue diagnosticado con una enfermedad renal en etapa 5, aunque podía vivir con esa condición, su padre reveló a CBC Canadá que tenía que tomar unas 10 pastillas al día, algo que a su edad temprana le pasa factura.
“Le estaba yendo bien, pero todas estas pastillas agotaban su energía fácilmente en comparación con un adolescente normal”, contó su padre. Tras un período sufriendo esta dolencia, los médicos concluyeron que la única manera de que Hunter tuviera una vida normal era recibiendo un trasplante de riñón.
Daniel, nuestro protagonista, era la persona más adecuada para la donación debido a su parentesco, pero había un problema: su sobrepeso desaconsejaba la intervención.
Así, Daniel decidió perder peso para ayudar a su hijo adolescente y poder cederle su riñón, como relata a CBC Canadá . Según cuenta, comenzó simplemente vigilando lo que comía y eliminando paulatinamente determinados alimentos, como refrescos, galletas o pan.
“Es increíble que la determinación y el amor por los hijos hagan grandes cosas ... no muchas podrían hacer lo que este padre, hasta yo me incluyo”, fue uno de los comentarios en redes sociales.
Perdiendo kilos
Aunque los hermanos de Hunter también podían ser donantes aptos y compatibles para el trasplante, el padre, Daniel, quiso ser él quien se sometiera al procedimiento, para evitarles la cirugía y cualquier inconveniente: “Así que tomé medidas”.
Su estrategia se enfocó en dos elementos: la dieta y el ejercicio. Lo primero que hizo fue recortar el consumo de azúcar.
En cuanto a la actividad física, comenzó a caminar al menos cinco kilómetros, todos los días de la semana. Daniel cuenta que cuando el clima era demasiado frío, como suele ser en Canadá, o cuando había osos polares en la comunidad, entonces iba al gimasio: “Estaba decidido. Realmente lo amo, y puse mi mente en ello: ‘Voy a hacerlo’, y lo hice”, dijo.
Su esposa Francine, la madre de Hunter, fue quien lo ayudó a mantenerse motivado, Daniel dice que Francine se convirtió en su entrenadora. “Recorrió un largo camino. No fue fácil para él. No podría haber estado más orgullosa de él”, contó su esposa al citado medio.
“Es increíble como esta historia es verdadera, además de ser una muestra más de amor genuino entre padre e hijo ¡Mis respetos!”, dijo un usuario al respecto.
Daniel Kablutsiak adelgazó 35 kilos para salvar la vida de su hijo. (Foto: Daniel Kablutsiak)
No fue fácil ni rápido, el proceso de rebajar 35 kilos tardó 13 meses, un objetivo que alcanzó finalmente en marzo pasado. Daniel recibió la feliz llamada justo el día de su cumpleaños, confirmando que fue aceptado como donante de órganos para Hunter. El trasplante está previsto para junio.
El padre de familia dijo que su hijo celebró la noticia, tras saber que ya sería posible el trasplante. “Su espíritu subió, su energía, y puedo ver el brillo en su rostro como una especie de alivio”, dijo.
“Realmente es un buen padre, no muchas personas lograrían esta hazaña en los tiempos modernos. Yo doy constancia de ello”, dijo un usuario al respecto.
“En realmente impresionante la dedicación que le puso a esto. No es fácil lidiar con los problemas y al mismo tiempo cuidar de tu peso ... es lo ideal ... pero difícil”, dice otro comentario.
Daniel cuenta que quiere permanecer en un peso más saludable y que continuará jugando hockey con su hijo Hunter, como finalmente logró hacer el invierno pasado. Según él, esta actividad deportiva no podía hacerla hace mucho tiempo, porque su exceso de peso le causaba problemas en las rodillas.
¿Cómo saber si soy compatible para donar órganos?
La compatibilidad se basa en la necesidad médica y el tipo de sangre. En algunos casos, el donante puede optar por no conocer al receptor del órgano. En otros casos, el donante y el receptor pueden reunirse si ambos están de acuerdo y si la política del centro de trasplantes lo permite, de acuerdo a Mayo Clinic.
Por otro lado, se da a conocer que las personas con disminución o pérdida de sus facultades físicas y mentales no pueden donar sangre; aquí también están incluidas las personas que tienen que valerse de otros individuos/tutores para desarrollarse normalmente.
¿Cómo bajar de peso para un adulto?
Para adultos, la mejor manera para bajar de peso sería la ejecución de ejercicios aeróbicos continuados, ejemplo de ello son las caminatas rápidas por tiempos prolongados de 30 minutos. Así mismo, la dieta baja en calorías o ‘déficit calórico’ será vital para adecuar a tu cuerpo a un nuevo estilo de vida.
En necesario procurar quemar calorías con la actividad física mínima a través del día: subir las escaleras y bajarlas es un buen ejercicio aeróbico, y esto puede reemplazar fácilmente el elevador. También puedes adoptar por caminar medios trechos en vez de ir en bus o tomar tu auto.
¿Cuál es la importancia de la actividad física en los adultos?
Las razones para hacer actividad física son muchas. Reduce el riesgo de tener caídas, controla y previene algunas enfermedades como la artritis, las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2, la osteoporosis y los accidentes cerebrovasculares.
Es importante recalcar que la actividad física ‘mínima’ será importante para mantener en forma a un adulto promedio: esto consiste en actividades recreativas o de desplazamientos, excursiones caminando o en bicicleta, e incluso tareas domésticas que fomenten el movimiento, de acuerdo a la web clubalpha.com
¿Por qué es más difícil bajar de peso después de los 30?
A partir de los 30 años, el cuerpo necesita menos energía y no puedes comer igual que cuando tenías 20. Luego, a medida que se pasa de los 40 y llega a la mediana edad, los cambios en los músculos, las hormonas y el metabolismo hacen que sea más difícil mantenerse en forma.
Para ser más específicos, deberás primar una dieta rica en proteínas y vegetales, mientras que tendrás que dejar de lado los carbohidratos simples (en un menor %). Sin embargo, las grasas saludables que vienen del aceite de oliva, de coco, y los peces te será de buena ayuda.
¿Cuánto ejercicio debe hacer una persona de 30 años?
De acuerdo a Vogue, una persona que tiene 30 años o más, debe sumar entre 30 a 75 minutos diarios de entrenamiento. Eso sí, acordando que la intensidad dependerá de tus objetivos.
Tocando el tema de la intensidad, esta tendrá que ser gradual y debe subir semana tras semana (si lo consideras). Debe procurar hacer entrenamiento de fuerza o hipertrofia, según tus objetivos de definición y salud.
¿Cuánto es lo minimo que puedo hacer ejercicio?
Ya sea una jornada de ejercicios aeróbicos o de fuerza, lo principal será que lleves una actividad física moderada de al menos 150 minutos o 75 minutos diarios en alta intensidad. Aunque, si la persona es mayor, o supera los 40 años, entonces estos tiempos pueden verse disminuidos a la mitad, tal y como explica el medio medlineplus.gov.
Sin embargo, realizar 30 minutos de ejercicios diarios ya registra beneficios en la densidad ósea y hasta en el desarrollo de la fuerza muscular; el control de peso corporal también se ve controlado.
¿Cuál es el mejor ejercicio para adultos mayores?
El paso ligero es considerado como el ejercicio de actividad moderada más recomendado en adultos, especialmente para quienes son mayores de 65 años. Se puede andar con este ejercicio duramente aproximadamente 150 minutos, aunque si se quiere se puede ir un poco más allá al trotar o correr.
Puede repartirse esta clase de ejercicios en 2 o 3 días a la semana, para que así tengan efectos positivos en los músculos, aunque siempre amoldados a las capacidades de la persona.
