Cuando el dinero escasea, la creatividad hace acto de presencia. Podríamos decir que algo así les sucedió a la pareja australiana formada por Paul Battenally y Clara Trindall, quienes a falta de poder adquirir una superautocarava de grandes dimensiones y todos las comodidades, decidieron fabricarse la suya. De modo que gastándose 40.000 dólares dieron forma a la casa rodante de sus sueños.
Sobre la base de un viejo camión de Coca-Cola proyectaron su nuevo hogar motorizado. Adquirieron el ejemplar en 2021 por 17.500 dólares e invirtieron unos 25.000 más en la transformación, que se prolongó unos 11 meses. Paul y Clara ahora recorren Australia sin pagar alquiler y gastan alrededor de 500 dólares australianos a la semana en combustible y comida. Tienen una cama tamaño queen, una cocina, un baño, un comedor y espacio para guardar tablas de surf. La pareja documenta su viaje en Instagram en @colas_truckingadventures.