Hace 83 años salió a la venta uno de los cómics más aclamados de todos los tiempos, el cuál marcaría a toda una generación y que perduraría a través de los años. ‘Action Cómics’ era el nombre de aquél ejemplar que contenía, en su portada, la legendaria edición número uno de ‘Superman’. Sí, el ‘hombre de acero’ hacía su presentación en el mundo de las tiras cómicas ahí.
Jerry Siegel y Joe Shuster idearon en su mente a una persona que tuviera superpoderes tales como supervelocidad, invulnerabilidad, la capacidad para poder volar y un sentido de justicia que en ese entonces las personas no tenían muy clara y es que entre las guerras desatadas ya no se sabía qué estaba bien y qué estaba mal, hasta que llegó el cómic de un hombre vestido de azul, con unos calzoncillos rojos afuera del pantalón, una capa roja y una ‘S’ en el pecho que tendría una representación enorme más adelante.
Al comienzo las cosas no fueron sencillas para ‘Superman’. La edición de ‘Action Cómics’ no llegaba a ser vendida de buena manera y es que esta siempre estaba en el fondo de las portadas y revistas de cine, que eran el ‘boom’ en esa época; sin embargo, poco a poco este fue ganando popularidad.
Al cabo de algunas semanas, los pedidos de más historias del ‘hombre que rebota balas’ se hicieron llegar y es así como la casa editora se comunicó con Siegel y Shuster para hacerles llegar el sentir de las personas. Lo habían logrado, habían conseguido el éxito que tanto esperaban y con ello un contrato para seguir haciendo las tiras cómicas que tanto le gustaban a las masas pero como toda historia que inicia feliz, tiene un momento triste, no leyeron las ‘letras pequeñas’.
El éxito de ‘Superman’ era masivo, tan grande que alrededor del mundo se vendían decenas de miles de ejemplares (algo único para la fecha en los 30′s) pero de cada cómic que valía $130 dólares, tan solo se llevaban 10 centavos cada uno.
Ni bien se enteraron de esto, fueron a reclamar por los derechos de ‘Superman’ a la casa editorial sin embargo, lo primero que les mostraron fue su firma al final del contrato. Sí, las letras pequeñas decían que “la editorial se quedaba con todos los derechos del personaje y que los creadores no tenían absolutamente nada más que reclamar”.
Es así que mientras más crecía la fama de ‘Superman’, desde figuras de acción, cómics, películas, series animadas, entre otros, así como el dinero de la casa editorial, no lo hacían las ganancias de Siegel y Shuster, al menos no al nivel de dinero que se llevaba la casa editorial y es así como llegó una batalla legal de años.
Ante eso, la casa editorial optó por darles un contrato de diez años con una ganancia un poco mayor pero seguía siendo mínima a comparación de lo que generaba Superman. La salud de Shuster comenzó a declinar y ya no podía hacer los dibujos, así que contrató a un equipo de dibujantes para que lo apoyaran haciendo el trabajo (lo cuál aumentó en lo artístico, vale resaltar) mientras de Siegel seguía escribiendo las historias.
En medio de todo este atraco, llegó la Segunda Guerra Mundial y Siegel tuvo que enlistarse para la guerra pero no fue mandado a Europa, sino a Hawai. Mientras todo esto pasaba, la editorial aprovechó la situación para publicar ‘Superboy’, siendo también un éxito rotundo.
Tras esto llegó una nueva demanda y es que tras perder la anterior con ‘Superman’, con ‘Superboy’ fue distinto los jueces lo consideraron como un personaje independiente por lo que Nature (posteriormente llamado DC Cómics) fue obligado a pagarles $94 mil dólares y al culminar los diez años de contrato expulsados y prácticamente borrados de la historieta.
Pasaron los años, ‘Superman’ comenzaba a generar ganancias estratosféricas y el nombre de ambos seguía en el olvido. Shuster empezaba a perder la visión y Siegel padeció de dos infartos. A pesar de esto, Siegel consiguió trabajo como cartero y una vez le tocó ir a la casa editorial para llevarles una entrega. Estos reconocieron quién era y lo hicieron pasar para darle una propina y consejos que lo llevaran a cambiar de trabajo.
Las personas se reían o miraban con compasión a ellos cuando decían que habían creado a ‘Superman’ y a ‘Superboy’; sin embargo, todo cambiaría cuando Warner Bros comprara DC y comience con el plan de la película del ‘Hombre de Acero’ en los 70′s.
Estaban armando la película más cara de la historia para ese entonces. Mario Puzo como director, Marlon Brando, Christopher Reeve, entre otras celebridades estarían presentes en la misma, es aquí en donde Siegel no pudo más y decidió escribir una carta expresando su pesar y dolor por no reconocérsele a él ni a Shuster como los creadores de ‘Superman’.
“¡Yo, Jerry Siegel, maldigo la película de Superman! Espero que sea un fracaso de los que hacen historia. Espero que los seguidores leales de Superman evitan las salas. Espero que el mundo entero, al ser consciente del hedor que rodea a Superman, se aleje de la película como de la peste. ¿Por qué maldigo una película basada en Superman, mi propia creación? Porque el dibujante Joes Shuster y yo, que concebimos Superman juntos, no recibiremos ni un centavo del acuerdo al que ha llegado la superproducción. Superman lleva 37 años generando ingentes sumas de dinero. Durante la mayor parte de ese tiempo los creadores de Superman no hemos ganado nada con él. Durante muchos de esos años conocimos penurias económicas, mientras los editores se hacían millonarios. National Publications ha matado mis días, asesinado mis noches, ahogado mis alegrías, estrangulado mi carrera. Considero a los ejecutivos de National asesinos económicos, monstruos hambrientos de dinero. (...) Joe está casi ciego. Mi salud no es buena. Ambos tenemos 61 años. La mayor parte de nuestras vidas, durante el éxito de Superman, la hemos vivido en la estrechez. (...) Joe y yo estamos sufriendo. Apenas podemos pensar en otra cosa, y me siento miserable al ver como nuestras familias sufren (...)”, acotó Siegel.
esta carta fue mandada a periodistas alrededor de Estados Unidos y la noticia, que al comienzo tuvo un impacto leve, comenzó a salir a la luz ya que podía ser explotada en mayor intensidad. Warner se enteró de esto y para no perjudicar lo que se había estado avanzando en la cinta de ‘Superman’ llegó a un acuerdo con Shuster y Siegel.
Primero que nada, el reconocimiento en la cinta, que terminó siendo la más taquillera en ese entonces, con sus nombres en los créditos. Posteriormente, Warner se comprometió a pagarles 20 mil dólares mensuales de subvención, que sus nombres aparecieran en los cómics y también a pagarles el tratamiento médico por el que estaban pasando.
Finalmente, habían ‘ganado su batalla’. Falleciendo Shuster en el año 1992 y Siegel en 1996, dejando un legado inmortal que sigue vigente puesto que el cómic número uno de ‘Superman’, el ‘Action Cómics’, ha sido subastado en más de $3 millones de dólares y con el pasar de los años, seguirá subiendo su precio teniendo el nombre de ambos como creadores del ‘Hombre que brinda esperanza al mundo’.
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