“No me deje sufrir”. Esta fue la impactante frase que le tocó escuchar a Inés Lobeira, una enfermera que trata a diario a personas infectadas por Covid-19 en un pabellón especialmente acondicionado del hospital Montecelo de Pontevedra, España, de uno de sus pacientes tras finalizar su primer turno de guardia del año, al que calificó como su “primera bofetada de realidad”.
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En una conmovedora publicación de Facebook, con la que busca despertar conciencia sobre la amenaza del coronavirus, Lobeira compartió la historia de un hombre con una “neumonía galopante” y en sus cinco sentidos al que tuvieron que llevar a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del nosocomio donde trabaja después de informarle que su esposa había muerto a causa del temible virus.
“Acabo de despertar de lo que me gustaría que fuera una pesadilla”, comenzó su relato esta profesional de la salud sobre su experiencia como parte del personal de la primera línea de lucha contra el Covid-19 en su país, en la que le tocó “atender a 4 vecinos de Bueu” y que uno de ellos, aún convaleciente, le dijo “te conozco por tus ojos”. “Levantar a un pobre hombre desnudo y desorientado del suelo (gracias Eva)”, añadió.
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En otra parte de su estremecedora historia, Lobeira dijo que a pesar que existe equipo de protección individual (EPI) para el cuerpo, ella quiere uno “para el alma” porque “no puede más” soportar situaciones como las anteriormente descritas porque lleva junto a sus colegas “ya nueve meses en esta guerra” que parece nunca acabar y que continúa cobrando vidas en distintas partes del mundo.
Por tal motivo, la sanitaria hizo un ruego y pidió a la gente apartarse de “quien no usa mascarilla” o hace caso omiso a las recomendaciones de los organismos de salud tanto nacionales como internacionales para prevenir el Covid-19. “Es ahora mismo nuestro peor enemigo, más que el propio coronavirus”, dijo, advirtiendo a no dejarnos llenar la cabeza con los discursos conspiranoicos que enarbolan “negacionistas, mala chispa”.