Gemma Goodwin, de 38 años y madre de 3 niños, cometió un fraude de su vida, como si fuera una película, fingiendo que padecía cáncer terminal, llegando a raparse el cabello e intentar cobrar un seguro por aproximadamente 175 mil dólares. Sin embargo, la verdad salió a la luz.
De acuerdo con City of London Police en Twitter, Goodwin falsificó documentos médicos para llevar a cabo el engaño. En estos documento fraudulentos señalaba tener cáncer de mama, de pulmones y cervical.
El engaño a sus propios amigos
No solo intentó engañar al seguro, también a sus amigos. Dijo que solo tenía un año de vida y creo una página para recolectar donaciones llamada “Tratamiento de Gemma en Estados Unidos”, a fin de supuestamente costear un viaje al país norteamericano.
“Inicialmente solo pensaba en hacer lo más posible en el tiempo que le quedaba de vida debido a que el tratamiento en Estados Unidos parecía imposible, pero luego de reflexionarlo y llamadas de consulta, Gemma ha decidido luchar por más tiempo con sus tres hermosos hijos”, se describía en la página.
Según se indicaba, “el tratamiento probablemente le podía dar unos tres años más de vida”.
“Necesitamos recaudar dinero. El total corresponde a seguros, vuelos y alojamiento. Por favor, comparta y done todo lo que pueda, cada poquito ayudará a que Gemma reciba el tratamiento por el que está tan desesperada. Gracias a todos los que hasta ahora han donado y compartido nuestra página, su amabilidad significa mucho para Gemma”.
Esta página logró recaudar poco menos de 3,000 dólares, los cuales Goodwin retiró y gastó en unas vacaciones con sus hijos.
El seguro de vida
Se supo que en 2015 Goodwin había tomado un seguro de vida que incluía enfermedades terminales por un valor de 175,000 dólares aproximadamente. Este tipo de seguro compensa al paciente que fuera diagnosticado con una expectativa de vida menor al año.
Tres años después, Goodwin se contactó con la aseguradora diciendo que había sido diagnosticada con cáncer terminal y tenía aproximadamente un año de vida. Solicitó cómo podía obtener el dinero, a fin de proveer a sus hijos y hacer los arreglos del funeral.
Dos meses después, Goodwin se volvió a contactar con la asegurada diciendo que no deseaba proceder con su pedido inicial. Ahora quería nombrar a un beneficiario que manejaría su reclamo luego de su muerte. La persona seleccionada fue una amiga del trabajo.
Goodwin falsificó todos los documentos necesarios y los envió a la aseguradora. Incluso envió una carta de un hospital en donde se confirmaba el terrible diagnóstico.
La amiga engañada
La aseguradora solicitó detalles de la condición médica de Goodwin y su historia clínica directamente a las autoridades.
Cinco meses después la aseguradora descubrió el fraude. La policía se contactó con la amiga que había sido nombrada como beneficiaria. Ella aseguró que conoció a Goodwin siete años atrás y que ella le había dicho primero que tenía lupus y luego cáncer terminal.
La mujer incluso contó que Goodwin se había rapado el cabello, sin duda en un intento de hacer creíble su mentira.
Prisión suspendida
Goodwin reconoció el fraude y fue sentenciada a dos años de prisión suspendida. Según las autoridades británicas, la mujer no ha dado muestra de arrepentimiento y asegura que le gusta la atención que recibe al estar “enferma”