El flan es un postre clásico, frío y cremoso que puedes preparar en casa sin ser un experto en la cocina. (Foto: Pexels)
El flan es un postre clásico, frío y cremoso que puedes preparar en casa sin ser un experto en la cocina. (Foto: Pexels)
Redacción Mag

El flan es uno de los más aclamados a nivel mundial. Su consistencia cremosa y la combinación con el caramelo han conquistado el paladar de millones en países como España, Estados Unidos o México. Conocido como flan napolitano, tiene origen europeo y hacer uno de buena calidad es muy sencillo; sin embargo, a la hora de la verdad, no todos tienen éxito.

Hacer este dulce consiste en mezclar los ingredientes y luego ponerlos en un molde, pero esta preparación también incluye ciertos detalles que no se pueden pasar por alto. Es aquí donde entran a tallar los trucos de cocina para no cometer errores y que el flan salga cortado, sin cuajar o con sabor a quemado. Aquí te detallamos lo que NO debes hacer durante la receta.

1. Elegir mal el azúcar para el caramelo

El primer paso de la es hacer el caramelo, pero no siempre es una tarea sencilla al trabajar a altas temperaturas, lo que puede hacer que se queme rápidamente. Para esta tarea es importante usar azúcar blanca, nunca azúcar rubia, porque se quema con más facilidad y podría quedar amargo.

Otro error es agregarle agua o mover el caramelo mientras está en un sartén, lo cual solo hará que se cristalice y no quede líquido. Por eso hay que dejarlo a fuego bajo y tener mucha paciencia, ir ladeando ligeramente el recipiente hasta que se cocine parejo.

Una vez listo el caramelo, apagar el fuego y, con cuidado, verter el líquido en el fondo del molde y moverlo con las manos para que se pueda esparcir por todo el fondo. Nunca usar una cuchara para hacerlo.

2. Abusar de las claras

Respetar el equilibrio de los ingredientes es clave para el éxito. Si la receta dice dos yemas y dos huevos enteros, así debe ser. El exceso de claras genera una textura gomosa en el flan.

3. Batir demasiado

Los flanes no tienen que quedar sobre batidos y si bates en exceso los huevos, el postre tendrá una consistencia demasiado esponjosa, parecida a la del huevo cocido.

Si vas a usar la licuadora para la mezcla, procura no hacerlo por muchos minutos sino se creará burbujas de aire que luego dejarán marcas en los bordes del flan.

Los postres tradicionales como el flan nos recuerdan a la infancia. (adoproducciones | Pixabay)
Los postres tradicionales como el flan nos recuerdan a la infancia. (adoproducciones | Pixabay)

4. Aromatizar el flan al caramelizar

Si queremos ponerle un poco de vainilla o limón, estos nunca deben colocarse en el momento de caramelizar el azúcar, porque la temperatura alta los puede quemar. Tampoco deben ir cuando se bate los huevos y el azúcar. Lo ideal es infusionarlos con la leche, es decir, hay que hervirla poniendo una vaina de vainilla o canela y limón.

5. Elegir mal el tipo de leche

Si se utiliza leche condensada, esto hará que el flan quede muy dulce y la leche evaporada puede ser una opción, pero lo mejor es usar leche fresca.

6. Cocción sin baño maría

La parte más importante del flan es la cocción. No se trata solo de meter el flan al horno sino que, al tener huevos, necesita una cocción con humedad y esa se la aporta el baño maría. Con esto aportamos suavidad, cremosidad, el caramelo quedará líquido y se podrá desmoldar fácilmente.

Para cocer el postre hay que tapar el molde con papel aluminio, colocarlo en una bandeja para horno con borde, agregar agua hasta cubrir la mitad del molde y hornearlo a una temperatura baja.

7. Desmoldarlo antes de tiempo

Una vez el flan esté listo, hay que dejarlo enfriar por completo en el molde, luego llevarlo a la nevera por al menos cuatro horas o una noche y, al día siguiente recién desmoldarlo. Esto se debe a que el frío es el mejor aliado de este postre y ayudará a que termine de quedar compacto.

¿Cómo preparar flan casero?

Ingredientes:

[inicio-ingredientes]

  • 125 gramos de
  • 70 gramos de azúcar para el caramelo
  • 1/2 litro de
  • 2 ramas de canela
  • 4

[fin-ingredientes]

Preparación:

[inicio-instrucciones]

  1. Pon una cazuela al fuego con el azúcar y unas gotas de agua y cuece lentamente sin dejar de remover hasta conseguir un caramelo de color dorado.
  2. Vierte el caramelo en el fondo de unos moldes.
  3. Calienta la leche en un cazo con las ramas de canela.
  4. Bate los huevo con el azúcar e incorpóralos a la leche caliente. Bate un poco más y cuela. Vierte en los moldes con el caramelo.
  5. Pon en una bandeja de horno y añade agua al recipiente hasta la mitad de los moldes. Pon a cocer al horno al baño maría a temperatura suave. Cocina cerca de 30 minutos.
  6. Retira del horno y desmolda los flanes cuando estén fríos.

[fin-instrucciones]

FICHA:

Dificultad: fácil

Tiempo: 45 minutos

Porciones: 4

Calorías: 146

5 errores que se cometen al hornear pasteles

Para muchos solo basta con mezclar los ingredientes en un recipiente, precalentar el horno, ingresarlo y esperar a que esté. Nada más alejado de la realidad. Tener presente la exactitud en las medidas de los ingredientes, la temperatura adecuada de calor y los utensilios correctos harán que tus recetas sean exitosas. Además, alejar los errores que te mencionaremos a continuación para que tu experiencia en el horneado sea la mejor.

No usar ingredientes a temperatura ambiente: En el caso de los huevos o la margarina, este es un punto que nunca debes obviar. Si la receta pide que los ingredientes tengan esa temperatura, hay que respetarlo, pues de no hacerlo podrías tener inconvenientes en la textura final de tu plato.

Dejar de lado la batidora: La clave para que una receta horneada salga perfecta es respetar las instrucciones. Si dice batir a mano hazlo así, pero si dice que se requiere de una batidora, no dejes de activarla.

Usar productos vencidos: Hay ciertos ingredientes que aún se puede usar luego de expirar, como la harina, pero hay otros que evidentemente pierden sus propiedades originales. Esto sucede con el polvo de hornear y el resultado será que tu queque no quede esponjoso.

No regular la temperatura del horno: Uno de los principales errores al hornear es no regular cuando se usan bandejas oscuras, pues mientras más oscura sea una superficie, absorberá calor con mayor intensidad. Es recomendable disminuir la temperatura de la receta y con eso lograrás el punto exacto de cocción.

Abrir la puerta del horno: Este es un gran error y el que más se comete. Hay preparaciones que son muy delicadas y el ligero cambio de temperatura las malogrará. Lo mejor es monitorearlas usando el vidrio y llevar una correcta medida del tiempo.

¿Cómo ahorrar dinero al cocinar?

Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

Cortes de carne más baratos

Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.

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