El suspiro a la limeña es un postre tradicional de la gastronomía del Perú. Este postre se origina a mediados del siglo XIX en la ciudad de Lima. El postre se compone de dos partes, un manjar blanco y el merengue; ambos llegaron al Perú tras la conquista como parte de los ingredientes traídos por los españoles. Toma nota de esta receta y anímate a preparar este exquisito dulce.
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- 1 lata de leche condensada
- 2 latas de leche evaporada
- 6 yemas de huevos
- 3 claras de huevo
- ¾ taza de azúcar blanca
- ¼ taza de vino Oporto
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
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Preparación
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Manjar blanco de olla
- En una olla mezcla 1 ¼ taza de leche condensada con 2 ¼ tazas de leche evaporada a fuego medio hasta formar un manjar blanco suave.
- Retira del fuego para agregar las yemas y la esencia de vainilla. Regresar al fuego unos instantes, revolviendo constantemente. Cocina hasta que esté ligeramente espeso o se pueda ver el fondo de la olla. Vierte en dulceras individuales.
Merengue
- En otra olla, pon el azúcar con el vino Oporto y lleva a fuego lento. Espera que el azúcar se disuelva por completo para obtener un almíbar. Añade de a pocos este almíbar a las claras de huevo previamente batidas a punto nieve.
- Coloca el merengue sobre la preparación en las dulceras. Espolvorea canela en polvo.
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Tiempo total: 60M
Tiempo preparación: 35M
Porciones: 12
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.