Las verduras y hortalizas son alimentos imprescindibles dentro de una dieta equilibrada y saludable. Incorporarlas en el desayuno, almuerzo o cena durante el verano es vital, pues al consumirse crudas se aprovechan sus beneficios, como el ser una buena fuente de agua, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Para evitar ingerir alguna bacteria o virus al consumirlas crudas, hay que lavarlas con mucho cuidado. Jordan Gutiérrez, médico de MAPFRE, explica que lo primero es lavarse bien las manos antes de limpiar los alimentos. Luego se deben enjuagar las verduras durante 20 segundos y frotarlas, ya sea con la mano o un cepillo, bajo un chorro de agua fría. También se puede usar agua y vinagre, con agua y lejía. Lo siguiente es secarlas con papel toalla para evitar que la humedad las dañe.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) también brinda algunas recomendaciones para ingerir verduras: mantenerlas alejadas de alimentos crudos como aves de corral o mariscos para evitar la contaminación cruzada, usar tablas de picar únicas para alimentos crudos, lavar muy bien los utensilios con agua caliente y lavarte las manos por 20 segundos con agua tibia y jabón antes y después de preparar alimentos frescos. Sabiendo esto, ya puedes elegir las mejores opciones para ingerirlas en su estado natural.
Entre los trucos para disfrutar de sus beneficios mientras están crudas destacan: cortarlas en rebanadas (pepino, tomate), incorporarlas en un omelette (espinaca), brochetas con pequeños trozos frescos a modo de snack, aliñarlas ligeramente para resaltar su sabor, con especias, vinagre o limón, poca sal y una cucharada de aceite de oliva. Aquí te dejamos algunas verduras que puedes disfrutar en verano.
Ya sea rojo, verde o amarillo, el pimiento es un vegetal ideal para comerse crudo en ensañadas o dentro de otras recetas. Tiene numerosas propiedades como el alto aporte en vitamina C, fibra y antioxidantes. En el caso del tomate, esta hortaliza posee vitamina C, un potente antioxidante natural, además de vitamina A, K, hierro y potasio. Se puede comer cortado, con sal, pimienta o el aliño de su preferencia.
El pepino es una de las hortalizas más versátiles en el verano y con gran aporte de vitaminas, antioxidantes e hidratantes. Se puede disfrutar en ensaladas, bocadillos y zumos. Las espinacas contienen vitamina A, una buena cantidad de ácido fólico, son bajas en calorías y el color verde proporciona proteínas, hierro, vitaminas y minerales.
Conocida también como remolacha, es una gran fuente de vitamina C y potasio, así como ácido fólico que favorece la buena salud de uñas, piel y cabello. En el caso de cebolla, es diurética y digestiva, aporta una buena dosis de minerales, oligoelementos (calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, etc) y vitaminas A, B, C y E. Ambas se pueden disfrutar en ensaladas ya sea ralladas o picadas en pequeñas tiras o aros.
Todas estas verduras son ideales para comerse en verano porque ayudan a reforzar el sistema inmune, contienen fibra y muchos antioxidantes. Mientras se laven y conserven correctamente, son grandes aliadas de la dieta saludable esta temporada.