Compartir una comida con amigos o familiares al aire libre alrededor de la parrilla o barbacoa es todo un placer. Aunque una puesta a punto siempre es necesaria antes de poner la carne en el asador y disfrutar. Es por eso que a continuación te contaremos unos trucos caseros para saber cómo limpiar y cuidar la parrilla, y que, con el paso del tiempo, se mantenga como nueva.
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Cómo proteger la parrilla
Uno de los trucos para cuidarla mientras no le estemoa dando uso es cubrirla con una funda de protección para parrillas, que protegen del frío y de los días lluviosos, así como de la humedad. De esta forma, habremos conseguido tener la barbacoa en mejores condiciones, protegiéndola de la formación de óxido, y asegurando un buen funcionamiento, ya sean a base de carbón o de gas.
Parrilla de carbón
Para limpiar y cuidar una parrilla de carbón, debemos prenderla, y una vez caliente podremos retirar con mayor facilidad los restos de grasa de otras barbacoas realizadas anteriormente. Muchos parrilleros piensan que tener algo de grasa acumulada es positivo, porque les da a nuestras parrillas un sabor extra, pero esto no suele ser verdad, por lo que es aconsejable limpiarla antes de usarla.
Lo mejor para limpiar son los cepillos metálicos para parrillas, que limpian toda la superficie. Hay muchos modelos en el mercado entre los que poder elegir, y son muy recomendables los que tienen raspadores extra fuertes para eliminar manchas y restos muy incrustados. Hay que raspar y repasar tanto el anverso como el reverso de la parrilla, porque en ambos se acumula mucha grasa y suciedad.
Si hay mucha suciedad en la parrilla, lo mejor es usar también un producto específico para limpiar parrillas. Debemos buscar un limpiador para parrillas que tenga un alto poder desengrasante y que además acabe con el hollín del carbón. No es recomensable usar productos para limpiar hornos.
Cómo limpiar una barbacoa de gas
Primero debemos retirar todos los componentes eléctricos que se pueden estropear por el uso del agua. Limpiaremos la parrilla con el cepillo de metal, tal y como lo haríamos con una de carbón, para después centrarnos en la sonda del termómetro y en los quemadores u hornillas de la parrilla.
Para limpiar los quemadores, es importante usar una esponja húmeda bien escurrida con un limpiador especial para parrillas que tenga ingredientes desengrasantes, con cuidado de secarlos bien para que no quede agua que posteriormente pueda hacer difícil el encendido.
Para la limpieza y mantenimiento de la parte exterior de la barbacoa, ya sea una barbacoa de carbón o de gas, tan sólo necesitaremos una esponja húmeda y jabón del que utilizamos para lavar la vajilla.