Un segundo es más que suficiente para tener una primera impresión de alguien. Un segundo que puede ser vital si el encuentro tiene lugar en el contecto de una entrevista de trabajo, donde cualquier elemento puede marcar la diferencia y hacer decidir al entrevistador o reclutador si el postulante es el ideal para el puesto de trabajo.
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Cuando nos ponemos nerviosos, podemos empezar a ofrecer detalles sobre nuestra vida personal que no tienen cabida en una entrevista de trabajo, al entrevistador no le interesa cuál es tu postura política, si acabamos de ser operados o si tuviste problemas durante la salida de tu antiguo trabajo.
Tenemos pocos minutos para que el entrevistador decida si somos aptos o no para el puesto, por lo que no hay ofrecer información personal que después pueda jugar en nuestra contra. Como recomendación, la revista Forbes reveló qué cosas nunca debes revelar si no quieres que te descarten.
1. Quejas sobre antiguos jefes
Si criticas tu pasado laboral o hablas mal de tus anteriores compañeros de trabajo estarás generando desconfianza, ya que simplemente pueden sospechar que eres una persona conflictiva. Aunque tengas motivos para quejarte de tu anterior jefe, lo recomendable es no entrar en valoraciones de ningún tipo.
2. Tu situación financiera
No es el momento de hablar de tu situación económica, ni mucho menos explicar que no estabas conforme con tu anterior sueldo. A pesar de que la conversación te pueda llevar a explicarle al entrevistador que no atraviesas un buen momento económico, nunca le supliques por el puesto, eso te restará posibilidades.
3. Tu relación sentimental
No tienes por qué explicar si estás casada o eres separado, explica tu trayectoria profesional sin mencionar tu situación sentimental. Ante la típica pregunta “Hábleme de su vida personal” no debes mencionar tus relaciones, sino tus aficiones que puedan ser significativas para el puesto al cual te postulas.
4. Problemas legales y enfermedades
Si tienes procesos judiciales pendientes, al entrevistador no le interesa. Explicar que tienes problemas con la justicia no es la mejor forma de dar una primera buena impresión. Además, si te operaron hace un mes, sufriste una enfermedad hace dos años o padeces un problema de salud crónico no tienes por qué explicarlo en una primera entrevista de trabajo, ya habrá mejor oportunidad para hacerlo.
5. Religión y postura política
Solo en el caso de que la empresa forme parte de una tradición religiosa y únicamente contrate miembros de esa religión podrás hablar del credo que profesas, si no, no es relevante que el entrevistador sepa si eres agnóstico, ateo o creyente. Lo mismo ocurre con la postura política, tanto si militas como si eres afiliado a una organización política, no es para nada incumbencia de la compañía.
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