Cuando volvemos a casa de entrenar, la mayoría de nosotros preferimos una buena ducha para desprendernos del sudor. Sin embargo, existe muchas dudas, sobre todo en épocas de invierno, entre si es mejor hacerlo con agua bien caliente o fría. ¿Qué es lo más beneficios para la salud? Aquí lo sabrás.
Antes que nada, bañarse tras hacer ejercicio es obligatorio para sentirse limpio y evitar algún tipo de enfermedad. Eso sí, se sugiere esperar unos 10 minutos, o como máximo 30, antes de meternos al agua.
Por qué no es bueno ducharse con agua caliente
Partiendo de esto, Alti Iftikhar, médico especializado en medicina deportiva, sostiene que “las duchas de agua caliente” no es recomendable para nuestros músculos, porque “hace que los vasos sanguíneos se dilaten”.
“Esto puede deparar un aumento de la probabilidad de sufrir algún tipo de dolor muscular, especialmente si realizaste un ejercicio de resistencia intenso”, explica Iftikhar en un artículo de ‘Mel Magazine’.
Si presentas problemas dermatológicos, lo ideal es una ducha de agua templada o fría, pues el “agua caliente tiende a dejar más reseca la piel”. Luego, utiliza una toalla para secarte bien.
Cómo bañarse según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el tiempo recomendado es de 5 minutos por ducha. Para estar activo todo el día y reducir el cansancio, se aconseja las baños mañaneros con el agua bien fría, detalla gamma.es.