El brote del covid-19, más conocido popularmente como coronavirus, derivó a una histeria colectiva en todo el mundo, provocando que miles de personas llenen los grandes centros comerciales para comprar artículos de primera necesidad. Entre ellos, el papel higiénico ha sido uno de los elementos que más rápido se acabó en estos lugares, generando más pánico en la población que no logra conseguirlo en la cantidad que quisiera.
No obstante, ante este miedo de no conseguir papel higiénico, también ha surgido una nueva tendencia en los hogares de todo el mundo, pero en especial en Estados Unidos. Los hábitos de las personas están cambiando y ahora parece ser que un antiguo elemento del baño del hogar ha cobrado más importancia ante esta escasez: el Bidé.
Pero, ¿qué es un Bidé exactamente y como es que se usa? Muchos habrán visto uno en ciertos baños, pero nunca le habrían prestado atención porque se concentraban en hacer sus propias necesidades. Aunque no lo parezca, este diseño de porcelana ha acompañado a las personas por muchos años, aunque pocos lo saben usar o siquiera conocen su uso.
En este artículo haremos un pequeño repaso de lo que son y por qué han cobrado tanta importancia en esta época de cuarentena por el covid-19, considerado por muchos una opción viable de higiene ante la escasez de algunas cosas de limpieza para el hogar.
¿QUÉ ES UN BIDÉ?
Tal como lo menciona Wikipedia, un bidé, bidel o bidet es un recipiente bajo con agua corriente y desagüe, generalmente fabricado de porcelana o loza, parecido al inodoro, pero en realidad ideado para asear la zona perineal y el ano. Es útil también para baños de asiento en personas que padecen hemorroides y necesitan un lugar especial.
A pesar de no ser muy común en algunos países de América Latina, este accesorio de cuarto de baño es usual en algunos países europeos como Grecia, Italia, España y Portugal, en países americanos cómo Argentina, Uruguay y Paraguay, y en algunas partes de Asia, especialmente en Japón donde se ven incluso en lugares públicos.
También existen de diferentes tipos e incluso se dividen entre los que son clásicos, que son con un pedestal con un chorro de agua horizontal, duchas flexibles al costado del inodoro que también son consideradas bidés, y los que son modernos, como es el caso del ya mencionado Japón donde tienen bidés controlados a control remoto que modifica el chorro de agua para que puedas lavar tus partes íntimas.
La palabra bidé vino del nombre “bidet”, que significa caballito, esto en alusión a la postura que se necesita para sentarse en uno de ellos con las piernas abiertas. Con toda esta información, parece lógico porqué en las últimas semanas ha crecido su popularidad a un ritmo que nadie se esperaba.
¿POR QUÉ EL BIDÉ SE VOLVIÓ TAN POPULAR?
Lejos de convertirse en una moda o en un aparato del hogar común en casa, este elemento de higiene se volvió más popular gracias al contexto del coronavirus en todo el mundo, además de la escasez de productos básicos para el hogar como el papel higiénico.
Especialmente en Estados Unidos, tal como informó TMZ el pasado martes, Bio Bidet, un minorista de estos productos de porcelana, vendió 250 mil dólares en mercadería solo en Amazon, 24 horas después del anuncio del brote inicial en el territorio estadounidense.
Pero ellos no han sido los únicos en aumentar sus ventas. De la misma manera, la compañía fabricantes de bidet Brondell, ha visto incrementadas sus ventas en un alrededor de 300%, tal como informó su director de comunicaciones Daniel Lalley a Los Angeles Times en una entrevista donde explicaba que también es una opción viable de higiene frente a la crisis mundial que está latente.
Esto también fue confirmado por Fox News, que realizaron un informe de como las personas se han abastecido principalmente de papel higiénico y otros artículos esenciales para el hogar, tales como gel antibacterial, comida enlatada, etc.
A pesar de todo, algunas personas aún cuestionan su verdadera eficacia en temas de higiene sanitaria, por lo que estos números tampoco significan que el mundo entero está comprando bidés por todos lados. Será cuestión de esperar un poco más y descubrir si realmente se convertirá en una necesidad en todos los baños o solo es una consecuencia más de lo que las personas generan por sus hábitos de consumo.
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