Una mujer lavando su cepillo de dientes. | Imagen referencial: Mikhail Nilov / Pexels
Una mujer lavando su cepillo de dientes. | Imagen referencial: Mikhail Nilov / Pexels
Rodolfo Huamán

El cepillo de , tanto manual como eléctrico, es un elemento indispensable para una óptima higiene oral, por lo que es importante mantenerlo en buenas condiciones para evitar problemas . Lo ideal es lavarte las manos antes de usarlo, desinfectarlo, cambiarlo cada cuatro meses y, sobre todo, evitar taparlo luego de utilizarlo.

Limpiar nuestros dientes no solo depende de la técnica que utilicemos durante el cepillado. Hay que darle la misma importancia sobre el cuidado que se le brinda. Y, para ello, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones.

Si tienes como hábito tapar el cepillo luego de su uso, déjanos decirte que no eres el único. Es más, la mayoría vienen con el típico capuchón de plástico que se pone en el cabezal y, por ende, las personas piensan que es necesario protegerlo de las bacterias.

Sin embargo, estudios afirman que no es lo más recomendable para una correcta higiene dental y cuidar de los tuyos. En ese sentido, en las siguientes líneas te decimos por qué debes dejar de hacerlo para evitar problemas bucales.

Por qué no deberías tapar el cepillo de dientes tras usarlo

Muchas personas creen que ese capuchón debe dejarse siempre puesto en el cepillo para proteger las púas y de esa forma no se ensucien. Pero esta práctica puede resultar contraproducente para la salud dental.

¿Qué quiere decir con esto? El capuchón debe utilizarse, únicamente, para transportar el cepillo. Después de cada uso, lo ideal es enjuagarlo y dejarlo en un recipiente limpio. Eso sí, no debe compartir con otros cepillos.

Asimismo, se recomienda colocarlo en posición vertical para que las púas queden en la parte superior. Ahora bien, si guardabas el cepillo con el capuchón puesto, lo único que conseguiste fue crear un ambiente húmedo que favorece a la proliferación de microorganismos.


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