No todo fue malo con la llegada de la pandemia, muchos descubrieron nuevos talentos que lo tenían ocultos y con el tiempo lo fueron perfeccionando. Uno de ellos es el aspecto culinario, ya sea aprendiendo recetas por Internet o consultando con nuestras madres o abuelas. Sin embargo, en algunas ocasiones la comida no sale como uno espera y termina quemada.
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Algunas personas lo comen de igual manera por el empeño que le pusieron para prepararlo o porque simplemente no quieren que termine en un contenedor de basura. Si bien el sabor no será igual ni tampoco la textura, hay un aspecto mucho más importante a tomar en cuenta.
¿Cuál es ese? La salud. Así sea un poco, ingerir comida quemada supone un gran riesgo debido a la acrilamida, una sustancia posiblemente cancerígena. En las siguientes líneas te decimos algunas de las razones del porqué no deberías ni comer un poco.
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¿Qué es la acrilamida?
De acuerdo a la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), la acrilamida es una sustancia que ha estado presente en nuestra dieta desde siempre. Se forma principalmente a partir de los azúcares y aminoácidos, que están presentes en muchos alimentos.
Según informa el portal El Español, a través de un proceso químico conocido como reacción de Maillard, provoca un color y un aroma que resultan apetecibles. En ese sentido, ¿por qué se afirma que es posiblemente cancerígena? a raíz de diversos experimentos con animales de laboratorio.
Lo que ingirieron comida quemada están expuestos a desarrollar mutaciones genéticas y tumores, sobre todo en glándulas mamarias, testículos y tiroides en ratas. Asimismo, se observó efectos nocivos en el sistema nervioso.
Hasta la fecha, no hay resultados consistentes en estudios en humanos en el desarrollo de cáncer de riñón, endometrio y ovarios relacionado con la exposición a la acrilamida. Sin embargo, expertos no recomiendan ingerir comida quemada hasta realizar más estudios para confirmarlo.
¿Qué alimentos son los más peligrosos?
Según la AESAN, citado por El Español, los alimentos que contribuyen a la exposición a la acrilamida son las patatas asadas, patatas fritas, plan blando, galletas, pan crujiente, cereales y otros derivados de este último. Asimismo, tampoco se recomienda el consumo de pasteles y productos de confitería.
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