El Día de Acción de Gracias es el momento perfecto para agradecer, disfrutar de una buena comida y pasar tiempo con los seres queridos. Pero, aunque todos intentamos hacer de este día algo especial, a veces ciertos comportamientos pueden echar a perder la atmósfera. Lisa Mirza Grotts, experta certificada en etiqueta, ha revelado los errores más groseros que muchos cometemos en la mesa durante la cena de Thanksgiving, cómo evitarlos y, lo más importante, cómo ser un invitado que realmente deje una buena impresión.
Estar pegado al teléfono móvil
Durante la cena de Acción de Gracias, lo ideal es dejar el teléfono a un lado y concentrarse en disfrutar el momento con quienes te rodean. Estar constantemente en el móvil puede parecer grosero. Según Jamila Musayeva, coach certificada en etiqueta, estar con el teléfono “indica que uno valora más sus interacciones virtuales que a las personas que lo rodean, lo que es irrespetuoso y altera la experiencia compartida del grupo”.
Invitar a personas sin avisar
Invitar a alguien sin consultarlo previamente puede generar incomodidad, tanto para los anfitriones como para los demás invitados. Es importante respetar los planes establecidos y asegurarse de que todos estén al tanto de quiénes asistirán. “La buena etiqueta significa respetar los preparativos del anfitrión y notificarle con anticipación cualquier adición para garantizar que pueda acomodarlo cómodamente”, dice Grotts.
Hacer comentarios negativos sobre la comida
Hacer comentarios negativos sobre la comida, especialmente en una ocasión especial como Acción de Gracias, puede hacer que los anfitriones se sientan incómodos. Si algo no te gusta, lo mejor es ser discreto y evitar críticas en voz alta. “Incluso si el plato no es de tu agrado, es esencial recordar que el anfitrión ha invertido tiempo, esfuerzo y cuidado en preparar la comida”, dice Musayeva.
Echar sal antes de probar los platillos
Echar sal a la comida antes de probarla puede parecer apresurado y un poco grosero, ya que cada platillo tiene su sazón. Es mejor probar primero para apreciar el esfuerzo del cocinero y ajustar los condimentos si es necesario. “Esto es de mala educación porque le indica a tu anfitrión que asumes que no sabe cómo sazonar la comida correctamente”, dice Grotts.
Llegar tarde
Llegar tarde a la cena de Acción de Gracias puede ser irrespetuoso, ya que interrumpe la celebración y el esfuerzo que los anfitriones han puesto en la preparación. Es importante llegar a tiempo para disfrutar de la comida y del ambiente con los demás invitados. “La tardanza altera los planes del anfitrión, retrasa la comida y puede hacer que la comida se enfríe o se cocine demasiado”, dice Musayeva.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.