Es clave mantener los faros de tu auto en perfecto estado, pues es como si fueran los segundos ojos del mismo. Cuando se tornan opacos, es todo un reto conducir por la autopista y más aún cuando es de noche, puesto que a través de los focos se proyectan las luces del coche. Es por ello que en la siguiente nota te traemos algunos trucos caseros para limpiarlos con productos naturales y así no sufras algún percance al manejar.
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Cuando el tapiz, los asientos, las puertas o los focos del coche están sucios, la mayoría de personas suelen llevarlo a un lavado de autos para que solucione el problema. Esto no siempre es la mejor salida, puesto que es un gasto innecesario y algunas veces no llenan las expectativas.
Si te dijéramos que puedes limpiarlo con ingredientes básicos del hogar, como el bicarbonato de sodio o pasta de dientes, te ahorrarías mucho dinero y tiempo en llevarlo hasta el taller y luego volver por él.
Trucos para limpiar los faros del auto
Pensando en el trajín y, principalmente, en tu bolsillo, en las siguientes líneas te traemos algunos trucos para limpiar los faros del auto de manera natural.
Pasta de dientes
De seguro tienes pasta de dientes en casa. Para este truco casero, aplica un poco de pasta sobre los faros por toda la superficie. Luego, deja reposar por unos minutos antes de retirarla.
Por último, retira la pasta y sácale brillo a los focos con un paño seco. De esta forma te ahorrarás dinero en llevarlo a un lavado de autos por la zona en la que vives.
Bicarbonato y vinagre
No podía faltar el bicarbonato de sodio y vinagre blanco en la limpieza del auto. Prepara una mezcla con los ingredientes mencionados anteriormente, debe quedar una especie de espuma la cual extenderás con un paño o cepillo de dientes viejo por los faros.
¿Qué sigue después? deja reposar por unos minutos para que la mezcla haga efecto. Posteriormente, retira con una esponja suave y verás grandes resultados. Es uno de los métodos más recomendados.
Limón y bicarbonato
Para este método, parte un limón por la mitad y espolvorea una considerable cantidad de bicarbonato en ella. Después, coge el limón y frótalo con fuerza en los aros. Así de sencillo es este truco casero.
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