Son muchos los padres que piensan que una de las tareas más complicadas, sobre todo durante los primeros años de vida de sus hijos es hacer que dejen el pañal. Sin embargo, se olvidan de un pequeño detalle que recién lo descubren cuando lo llevan a la peluquería: el miedo a cortarse el cabello.
El ruido de las máquinas, un espacio desconocido, caras nuevas, el tipo de asiento y la peculiar forma en la que se pone la bata, aumentan la ansiedad del pequeño y, por ende, no disfruten de la visita.
Sí, cortar el cabello al bebé o niño cuando es muy pequeño es algo casi innecesario, aunque muchos padres lo hacen. Ya cuando crecen sí es pertinente por un tema de higiene y no solamente estética.
En ese contexto, ¿cómo puedo ayudar a que mi hijo pierda el temor a las tijeras? En las siguientes líneas te compartiremos algunos consejos que te serán de mucha ayuda.
Cómo lograr que pierda el miedo
Uno de los consejos es llevarlo a una peluquería adecuada. Sí, puede que suene tonto pero no lo es. Si bien hay muchos locales que cortan cabello, es preferible saber elegir uno con temáticas infantiles o que tenga videojuegos.
Otro tip es que vaya en compañía de un amigo, hermano o un primo. El objetivo es que vean la experiencia como algo divertido, incluso como un juego, el hecho de cortar el cabello a un pariente y comprobar que no es un acto peligroso.
Si los consejos mencionados no te convencen, pregúntale cómo le gustaría que le corten su cabello. No le impongas un cambio radical o que vea que ir a la peluquería es un castigo, sino que debe disfrutar su estadía.
Por último, un consejo efectivo es que vaya acompañado de un muñeco o peluche de felpa y que el peluquero o barbero le corte el cabello. El menor comprobará que no le pasará nada a su mejor amigo y en poco tiempo perderá el miedo.