Muchas veces nos esforzamos demasiado en la limpieza del baño, cocina y comedor, y dejamos de lado otras áreas de la casa que tienen igual o mayor importancia, sobre todo, si vas a recibir visita y quieres que se lleve un buen concepto de la higiene. Específicamente estamos hablando del felpudo de la entrada de tu hogar.
Poco o nada servirá que el felpudo de tu entrada sea el más caro de la tienda o tenga un bonito mensaje si está sucio y la visita está pronto a llegar. ¿Qué haces si te encuentras en esa situación? Tratas de retirar toda la basura acumulada en tiempo récord.
Sin embargo, muchas veces se quedan impregnados los pelos de la mascota o partículas de polvo, y esto solo genera incomodidad. Por suerte, existe una manera de limpiarlo si estás contra el tiempo usando un ingrediente secreto.
¿Cuál es es? El amoniaco, amado por muchos y odiado por otros. En ese contexto, en las siguientes líneas te compartimos el procedimiento que deberás seguir para lavar el felpudo de la entrada de tu hogar de una forma muy sencilla.
Cómo limpiar el felpudo con amoniaco
Antes de ahondar en el tema es importante comprobar primero que la mezcla no arruinará el material del felpudo. ¿Cómo lo puedo conseguir? Aplicando un poco del líquido en una zona muy pequeña.
Tras verificar que no pasará nada, el primer paso será sacudir el polvo del felpudo al aire libre y tenderlo en el suelo. Acto seguido, utilizando una cubeta con agua y una mezcla de amoniaco diluido y jabón, empapamos un cepillo viejo y frotamos de arriba a abajo para quitar la suciedad.
Por último, déjalo secar al aire libre y eso será todo. Recuerda que la primera impresión que se llevará la visita es cómo está conservado el felpudo de la entrada.