Mantener la fruta fresca en el verano puede ser una tarea un tanto complicada. Las altas temperaturas, la humedad y el calor acumulado en recipientes como el tupper hacen que las piezas de frutas maduren y se oxiden con mayor rapidez. Perjudicando su aroma y textura en tiempo récord.
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Con estos trucos caseros dejarás de preguntarte cómo mantener la fruta fresca para disfrutar de todo su sabor, incluso en la época más calurosa del año como es el verano. Además, ayudarás a disminuir el desperdicio de alimentos al evitar que se estropee la comida y acabe en el bote de la basura.
Compra solo la fruta necesaria
El primer paso para conservar alimentos en verano es no elegir fruta en un avanzado estado de maduración, comprando solo lo necesario para evitar acumular comida en los estantes o en la nevera.
Mantener la fruta a temperatura ambiente es lo más aconsejable. No obstante, las frutas como la papaya o el plátano no deberían meterse en la nevera porque se estropearán antes. En el caso del aguacate, se recomienda dejarlo en el interior de una bolsa de papel. Y el plátano, envolver la punta con papel film.
Separa las frutas más maduras
Para que la fruta no se eche a perder en verano lo más indicado es guardarla por separado, dejando espacio entre ellas. Esto es debido a que algunas frutas, como los plátanos, desprenden un tipo de gas conocido como etileno, que puede influenciar el resto de fruta acelerando su deterioro.
Asimismo, los recipientes más recomendados para conservar la fruta son aquellos formados por fibras naturales, como las canastos de mimbre, que permite la transpiración de la fruta. Otra opción refrescante para aprovechar la fruta madura y evitar así su oxidación es preparar un delicioso batido.
No guardes la fruta húmeda o cortada
No laves la fruta ni bien la compres. Mejor hacerlo antes de ser consumida, ya que introducir la fruta mojada o húmeda en la nevera acelera su deterioro. Ocurre lo mismo con la fruta cortada fresca.
La solución para evitar que se oxide con mayor rapidez, en este caso, podría ser rociar las frutas con unas gotas de limón: un potente antibacteriano con múltiples beneficios y propiedades para la salud.