En Mag vamos a explicarte algunos trucos caseros para poder limpiar el escurridor de platos de forma rápida y sencilla. Recuerda que estos utensilios de cocina siempre son propensos a ensuciarse y a desprender malos olores con el tiempo si no tomamos una acción inmediata. De esta manera, te indicamos algunos pasos sencillos para eliminarlos.
Esta pieza suele estar hecha de acero inoxidable, por lo que no resulta tan fácil limpiar con los productos químicos tradicionales: quitagrasa o amoníaco. Si es de plástico bastará con limpiarlo con un poco de jabón líquido. Asimismo, la humedad que acumula estimula el crecimiento de germémenes.
Una investigación publicada en la revista Journal of the American Dietetic Association, encontró que al apilar los platos húmedos durante 24 horas o más, podrían albergar contaminación bacteriana.
Trucos para limpiar el escurridor de platos
Para limpiar correctamente el escurridos de platos necesitarás los siguientes utensilios:
- 1 ⅔ taza de bicarbonato de sodio
- ½ taza de jabón líquido
- 2 cucharadas de vinagre blanco
- ½ taza de agua
La forma más adecuada de limpiar el escurridor son con los ingredientes habituales para la limpieza como el bicarbonato de sodio, jabón líquido, vinagre blanco y un poco de agua. Luego, sigue este paso a paso de la limpieza:
- En un recipiente de plástico revuelve todos los ingredientes hasta formar una pasta homogénea. Retira todos los platos del escurridor y elimina el exceso de agua con un trapo.
- Aplica la mezcla sobre toda la superfiicie, si es posible restriega con un cepillo de dientes de cerdas suaves. Deja reposar por dos a tres horas. Pasado este tiempo, retira con un trapo seco.
- Enjuaga con agua caliente, si es posible que tenga unas gotas de limón, y retira la humedad con otro trapo limpio.
Repite este métoco para quitar el sarro y las manchas del escurridor de platos una vez a la semana. Además de regresar el brillo, tus platos, vasos y utensilios de cocina se mantendrán limpios.
¿Qué es un truco casero?
En su mayoría son opciones sencillas y de bajo costo que permiten dar solución a problemas de limpieza, cocina, organización o decoración; en sí, todas aquellas dificultades que nos quitan tiempo y que tienen una salida cambiando la rutina.
Un truco casero o remedio casero es realizado con insumos que fácilmente se pueden encontrar en el hogar como el bicarbonato de sodio, vinagre blanco, lejía o el agua oxigenada. Su plus es que no resultan costosos y son más exitosos que muchos productos comerciales que se encuentran en el mercado.
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