Que no se honguee y te dure más. Ocurre casi a diario. Compramos el pan por la mañana y horas después comprobamos que su textura crujiente se ha tornado en chiclosa, su corteza se ha endurecido y su miga luce un aspecto mucho más seco. Nos preguntamos qué ha pasado y si esto tiene alguna solución. Toma nota.
Para que la calidad del pan no merme es preciso mantener una serie de hábitos de conservación. Hay una serie de trucos caseros que permiten alargar su duración, evitando que tengamos que comprarlo cada día. Desde Mag te damos algunas recomendaciones y consejos para que el pan dure más tiempo.
1. Compra pan de calidad
La calidad del pan es el aspecto más determinante de su durabilidad. Por ello, se aconseja evitar los panes industriales donde todas las variedades lucen una silueta idéntica y un color beige uniforme. Esto indica que han sido sometidos a un tiempo de fermentación corto, el cual le confiere menor calidad y, por tanto, le otorga un tiempo de vida más corto.
Si queremos que el pan se conserve durante más tiempo, es aconsejable adquirir variedades artesanales. Y dentro de estas, las piezas más grandes, las que tienen la miga más tupida y las de centeno son los que tienden a durar más tiempo.
2. Mantenlo en una bolsa de tela
El pan necesita respirar y un ambiente seco para conservar intactas sus propiedades organolépticas durante más tiempo. Los envases de plástico son los menos aconsejables para tal fin, pues favorecen la aparición de humedad, lo que conlleva que su textura se reblandezca en demasía y finalmente acabe poniéndose malo. Lo ideal es guardarlo en bolsas de tela o, en su defecto, en cajones de madera.
3. Congela el pan
Congelar el pan es una de las maneras más eficaces de lograr que dure durante muchos más tiempo: semanas e incluso meses, pues las bajas temperaturas frenan los cambios relacionados con su deterioro y con el cambio de textura. Claro que, para que el proceso sea un éxito, es aconsejable tener presentes varias aspectos.
Primero debemos esperar a que la pieza esté totalmente fría. El objetivo es evitar que el calor se condense, forme humedad y, por tanto, reblandezca la corteza. Asimismo, introdúcelas en bolsas herméticas, pues así evitarás que el pan absorba los olores de otros alimentos o que el frío los queme.
4. Compra el pan más grande
El motivo es que cuanta más corteza y menos miga tenga la pieza, menos tardará en secarse y, por tanto, antes se estropeará. Esta es la causa por la que los baguettes nos suelen durar menos tiempo. Si lo que quieres es que el pan dure más, lo mejor es elegir la variedad más grande, pues tienen más miga y menos corteza.