Cuando surge la necesidad, no hay lugar más incómodo que estar a diez mil metros del suelo. Para los pasajeros que viajan en un vuelo de larga distancia, es inevitable pasar por el baño del avión. Sin embargo, hay dos oportunidades valiosas que todo pasajero debería aprovechar, según una ex asistente de vuelo que habló sobre el tema.
Erika Roth dijo a MEL Magazine que hay muchos factores a tener en cuenta. Eso sí, fue enfática al decir que el momento ideal para ir a los servicios higiénicos es “tan pronto como se apague la señal del cinturón de seguridad o antes de que comience el servicio de bebidas”.
Sucede que, durante estos instantes, es muy posible que el espacio aún no haya sido utilizado por otras personas, ofreciendo una sensación de higiene y evitando posibles inconvenientes en caso de que el baño esté ocupado. Además, durante este lapso es poco común que los viajeros se levanten y hagan uso de los servicios.
Por otra parte, comentó que el tiempo máximo que una persona debe permanecer en el baño es de 10 minutos, aunque lo ideal es 5. “En 20 minutos tocarán la puerta”, advierte.
No obstante, la exazafata instó a los viajeros a “aguantar” las ganas si el vuelo es de corta distancia. ¿El motivo? La limitación de baños.
“Habitaciones cercanas, mala ventilación y falta de plomería eficiente; para ser franco, el hedor puede llenar una cabaña rápidamente”, señaló.
En caso no se pueda evitar, Erika reveló un truco ingenioso para evitar toda clase de olores desagradables: “Pídale a un asistente paquetes de posos de café y luego cuélguelos en el baño. Los posos absorberán el olor”.
Esto significa que los asistentes de vuelo sabrán exactamente lo que el pasajero está por hacer, pero aquellos en la cabina y cualquiera que pueda usar el baño después no se darán cuenta.
Una azafata revela las cosas que nunca haría en un vuelo
Una mujer de Estados Unidos que trabajó como azafata durante varios años causó asombro en las redes sociales al revelar las cosas que, bajo ninguna circunstancia, estaría dispuesta a hacer durante un vuelo.
Kat Kamalani, quien ahora se dedica a ser creadora de contenido, laboró para una reconocida aerolínea y, gracias a su amplia experiencia como aeromoza, suele compartir diversos consejos y curiosidades sobre la experiencia de viajar en avión.
En primer lugar, enfatizó la importancia de llevar consigo snacks o aperitivos, argumentando que nunca se sabe qué eventualidad podría surgir estando en el aire. También mencionó su decisión de evitar el agua caliente del avión, expresando preocupaciones sobre posibles bacterias.
Además, resaltó el hacer caso a las indicaciones de los auxiliares de vuelo y su precaución al investigar aeropuertos, vuelos y hoteles alternativos como medida preventiva ante cualquier eventualidad inesperada en su itinerario.
Finalmente, mencionó su costumbre de nunca compartir información personal con personas que estén en su vuelo que puedan resultar poco confiables. Asimismo, destacó la importancia de no andar descalzo, un consejo que también incluyó en la descripción de su publicación.
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