Rafael Chávez, originario de Jalisco, México, ha convertido su amor por las palomas mensajeras en un arte que ha enriquecido la vida de muchas familias a lo largo de más de 35 años. La “colombofilia”, como él la llama, es su pasatiempo dedicado a la crianza y adiestramiento de estas aves para convertirlas en auténticas mensajeras de momentos especiales. Su historia es viral en las redes sociales.
“Me dedico porque me gusta, es algo muy bonito, es algo muy original”, comparte Chávez con entusiasmo. “Desde chico, y desde Guadalajara, lo tengo en la sangre”.
Con más de 300 palomas en su cuidado, cada una cumpliendo funciones específicas, Rafael ha participado en una variedad de eventos, desde bodas hasta quinceañeras y funerales, creando memorias imborrables para miles de personas. Las palomas blancas, símbolos de paz, son las más solicitadas, y Rafael se enorgullece de ser el primer mexicano en introducir este toque especial en la ciudad de Los Ángeles.
La crianza de palomas mensajeras no es solo un pasatiempo para Rafael; es un compromiso que requiere muchas horas de trabajo. “Tengo que entrenarlas para que vuelvan aquí, en mi área”, explica. “Y ya, a los dos o tres meses, empiezo a darles 10, 20 millas, hasta 400″.
Aves regresan a su palomar
A pesar de estar en cautiverio durante gran parte de sus vidas, estas palomas demuestran tener un misterioso sistema de navegación y orientación, desafiando las expectativas al regresar a su hogar sin importar lo lejos que las liberen. “¿Lo más lejos que han regresado? Hasta 400 millas”, revela Rafael. “De Arizona y de San Francisco también han regresado mis palomitas”.
Además de brindar alegría y recuerdos inolvidables, las palomas de Rafael también participan en competencias que le han otorgado miles de dólares en premios. Sin embargo, su dedicación va más allá, ya que se enfrenta al desafío de protegerlas de los halcones, depredadores naturales que ven en estas aves mensajeras una presa apetitosa.
A medida que Rafael Chávez celebra más de tres décadas en el fascinante mundo de las palomas mensajeras, su historia se convierte en un testimonio de pasión, dedicación y la capacidad de llevar alegría a través de las alas de estos majestuosos mensajeros del cielo.