A lo largo de la historia, el cine, las revistas y la publicidad han sido, en parte, responsables de imponer los estándares físicos de belleza en el mundo, cambiándolos constantemente con el pasar de los años. Es por eso que, en la actualidad, existe una idea clara de lo que se conoce como “la apariencia perfecta”, sin embargo, parece importarle muy poco a Eldina Jaganjac, una danesa de 31 años que decidió alejarse de lo convencional al dejar de depilarse no solo el cuerpo, sino también el rostro. Lejos de esconderse, esta mujer se luce orgullosa a través de sus redes sociales. Conoce más sobre esta inspiradora historia.
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Con el pasar de los años, la joven se dio cuenta de que no estaba de acuerdo con la expectativa que se le impone a las mujeres respecto al vello facial, por lo que decidió dejar las pinzas y las máquinas de afeitar. “Antes de dejar que mi vello creciera, sentía que había opciones extremadamente limitadas sobre cómo se suponía que debían verse las mujeres. En comparación con los hombres, se espera que gastemos mucho más tiempo y dinero en nuestra apariencia solo para ser considerados visualmente aceptables en la sociedad, especialmente cuando estás en espacios públicos”, dijo en conversación con el medio británico UNILAD.
Asimismo, dijo que no se mide con la misma vara a los hombres. “Si un hombre no se afeita y no se depila las cejas, nadie se da cuenta ni comenta y no es nada fuera de lo común. Solía no sentirme cómoda al salir a la calle a menos que mis cejas fueran de tamaño pequeño, y no iba al gimnasio a menos que mis piernas estuvieran bien afeitadas. Ahora, opté por centrarme en las tareas y metas que necesito haber hecho y menos en cómo me veo mientras las hago y si le gusta o no a la gente”, sostuvo.
Eldina ignora las críticas y a quienes le dicen en la calle que “se quite eso”. En cuanto a las citas, asegura que su vello facial es una bendición ya que, luciendo así, puede deshacerse de los pretendientes “conservadores” que se desaniman por su apariencia.
“Ha habido gente que se me ha acercado en la calle diciéndome que era genial y otros que me gritaban cosas. Eso fue incómodo al principio, pero si algunas personas no tienen nada que hacer más que gritarle a los extraños, que así sea. Sí, algunos adolescentes me han gritado por la calle, pero nada importante”, explica. “Creo que es difícil entender los roles de género cuando eres un adolescente y estás creciendo, así que creo que ver a una mujer haciendo algo que se considera menos femenino confunde a estos adolescentes y me lo dicen porque comienzan a cuestionar sus normas y su comprensión de lo que significa ser un hombre”.
“Al considerar que algunas mujeres son menos femeninas debido al vello corporal, la sociedad excluye de la feminidad varias áreas geográficas del mundo. En muchas zonas del mundo, las mujeres tienen el cabello más visible y oscuro”, agrega. “Para ser aceptados en esto, debemos gastar más tiempo y dinero solo para poder existir visualmente de una manera aceptable, y sí, creo que esto no es justo”.
“Creo que tenemos que hacernos la pregunta: ¿Por qué nosotros, como sociedad, consideramos tan importante que las mujeres se eliminen el vello del cuerpo? Creo que esto debería ser tan irrelevante, ya que hay muchas otras cosas más importantes en las que centrarse”, concluye.