Luis Felipe Soares es un hombre de Brasil de 46 años que decidió inscribirse en la universidad para ayudar a su hijo, Lucas Weberling, quien sufre de autismo y no se sentía seguro al momento de emprender un nuevo reto, dado que antes había sufrido bullying por parte de sus compañeros. Su historia ha inspirado y conmovido a miles en las redes sociales.
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Al terminar la secundaria en 2016, el joven, inspirado por su madre, que es abogada, soñaba con ingresar al curso de Derecho. Para ayudarlo en este viaje, su padre también se inscribió en el curso.
En un inicio, Luis Felipe, quien es técnico industrial, iba a acompañar a su hijo durante dos meses mientras el joven se adaptaba a su nueva rutina; no obstante, el hombre terminó tomándole gusto a la carrera y la culminó como un estudiante más.
En el transcurso, padre e hijo hicieron amigos, formaron equipo e incluso hicieron equipo para algunas exposiciones, lo que terminó uniéndolos aún más. “Estaba muy nervioso y ansioso por volver a la escuela, más aún en un área que está tan lejos de la mía, ya que soy egresado exacto. Pero Lucas me calmó con su serenidad. Mi objetivo era estudiar hasta el cuarto periodo, el tiempo necesario para que él socializara, pero no me dejó rendirme y estuvimos juntos hasta el final”, dijo Luis Felipe en conversación con UOL Notícias.
En cuanto a la etapa como estudiante de su hijo, contó que “no hubo diferencia y que Lucas era “otro alumno de la clase”. “Todo el trabajo y las pruebas se hicieron por igual. Completó el curso con su esfuerzo”.
A pesar de que la condición que tiene el joven afecta su forma de sociabilizar, Luís asegura que cuando las clases se volvieron online debido a la pandemia, Lucas extrañaba a sus compañeros.
“Ahora vamos a hacer el examen del Colegio de Abogados de Brasil (OAB, por sus siglas en portugués) y Lucas quiere hacer un examen público. Y definitivamente lo apoyaremos”, añadió el orgulloso padre.