Dos semanas después de su boda inicial, una pareja recién casada, compuesta por Will y Rebecca Heppell, de 26 años, se embarcó en un viaje de 360 millas (m para recrear su ceremonia nupcial. Esto fue un esfuerzo para asegurarse de que la abuela de la mujer, Peggy Dracup, de 91 años y que padece Alzheimer, pudiera ser parte del día especial.
La primera boda, que tuvo lugar en los Cotswolds y contó con 60 invitados, fue seguida por una segunda ceremonia más íntima en la residencia de Peggy, donde actualmente vive. Esta decisión permitió a la abuela ser testigo de su gran día, a pesar de no haber podido asistir a la ceremonia original debido a su condición médica.
Un día inolvidable
“Fue un día realmente especial y fue fantástico que mi abuela pudiera ser parte de él”, comentó Rebecca para SWNS. “Su memoria no es muy buena, pero sabía quiénes éramos... y seguía diciendo lo hermoso que era mi vestido”.
Para Rebecca era de suma importancia recrear este evento para su querida abuela, quien estuvo más que emocionada al saber que su nieta contraería matrimonio con su amigo de la infancia.
Los recién casados se conocieron cuando eran adolescentes y cuando se fueron a Islandia decidieron comprometerse luego de 10 años de relación. Al momento de organizar la boda, ambos querían estar seguros de que la abuela estuviera presente.
Sin embargo, el personal de Osborne House en Selby (North Yorkshire), lugar donde reside Peggy Dracup, pensó que sería demasiado esfuerzo para que la anciana se dirija hasta Cotswolds.
Tras esto, Will y Rebecca pensaron en recrear todo el día en el lugar donde vive Peggy para que no se perdiera el bello momento. La primera boda de la pareja se llevó a cabo el 5 de agosto y, luego de pasar su luna de miel, regresaron a casa para recrear el evento el 29 de agosto.