Todos alguna vez hemos invertido una buena cantidad de monedas probando suerte para intentar sacar un peluche en una máquina de gancho sin tener éxito. La escena sería la siguiente: situamos el gancho por encima del peluche en cuestión, pulsamos el botón que hace que baje, la garra se cierra sobre el peluche y volvemos a subir el gancho vacío.
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Ese sentimiento, esa frustración de perder contra la máquina, es lo que Jerome Matthew experimentó tras probar suerte en unos recreativos.
El joven había conseguido atrapar con el gancho uno de los premios, una pelota de peluche. La pelota entró en el agujero de la escotilla, pero terminó escabulléndose cuando ésta comenzó a cerrarse.
David Rodríguez, amigo de Jerome, logró capturar el frustrante momento con su cámara.
“Flipé con la situación, pero no me sorprendió porque sé cómo funcionan estas máquinas”, dijo David. “Le enseñé el vídeo al dueño y éste cogió la pelota para mi amigo. Era un buen tipo”, añadió.