En un giro inesperado del destino, el noruego Erlend Bore adquirió un detector de metales el pasado mes de agosto por puro aburrimiento, sin imaginar que su compra se traduciría en un hallazgo que cambiaría su vida. En una isla, este entusiasta aficionado descubrió un auténtico tesoro compuesto por nueve colgantes, tres anillos y diez perlas, todos elaborados en oro.
El descubrimiento tuvo lugar en un tranquilo día de verano mientras Erlend exploraba la isla de Rennesoey, cerca de la ciudad de Stavanger. Aprovechando una oferta, decidió comprar un detector de metales como una forma de diversión y para explorar nuevas facetas de la búsqueda de metales. Sin embargo, nunca se imaginó que esta compra casual resultaría en el “hallazgo de oro del siglo”.
Sin demasiadas expectativas, el hombre primero encontró un poco de chatarra, pero a lo que siguió inspeccionando el lugar el dispositivo emitió un pitido que anunciaba la presencia de un objeto metálico. Con cuidado, empezó a excavar y pronto dio con el que se ha sido denominado “el hallazgo del siglo”: un tesoro lleno de oro que pesaba poco más de 100 gramos y contenía nueve colgantes, tres anillos y 10 perlas de oro.
El hallazgo del siglo
El tesoro rápidamente se hizo popular en todo el país y fue bautizado como el hallazgo de oro del siglo en el país. “Al principio pensé que eran monedas de chocolate o monedas del Capitán Dientes de Sable. Era totalmente irreal”, explica Erlend refiriéndose a un pirata noruego ficticio, según asegura la CBS.
Ole Madsen, director del Museo Arqueológico de la Universidad de Stavanger, afirmó que encontrar “tanto oro al mismo tiempo es extremadamente inusual”. Mientras tanto, desde el museo ya comparten imágenes del tesoro en redes sociales asegurando que “será preservado y exhibido lo antes posible en nuestra próxima exposición”.
El profesor asociado Hakon Reiersen del museo asegura que los colgantes de oro datan alrededor del año 500 d.C., el llamado Período de Migración en Noruega, que se extiende entre el 400 y aproximadamente el 550, cuando había Migraciones generalizadas en Europa. “Dada la ubicación del descubrimiento y las enseñanzas extraídas de descubrimientos equivalentes, se trata sin duda de objetos preciosos ocultos o de una ofrenda a los dioses en un período agitado”, asegura el profesor.
Según la legislación de Noruega, los objetos anteriores a 1537 y las monedas anteriores a 1650 se consideran propiedad estatal y deben entregarse. Por lo que el plan es exhibir el hallazgo en el Museo Arqueológico de Stavanger, a unos 300 kilómetros (200 millas) al suroeste de Oslo. Eso sí, tanto Erlend como el dueño del terreno recibirán una recompensa, aunque la cantidad aún no se ha sabido.