Las 48 horas sin fútbol en medio del Mundial Qatar 2022 nos revelaron dos maneras distintas de enfocar los procesos en el fútbol. Las federaciones de Alemania y España, dos de las principales decepciones del torneo, ya tomaron decisiones para los próximos cuatro años. Los germanos, conforme a su tradición del largo plazo, le renovaron la confianza a Hansi Flick. Mientras que a los dirigentes ibéricos no se les movió un párpado para despedir al frontal Luis Enrique.
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El ex técnico del cuadro español jugó al límite en sus últimos meses a cargo de la ‘Roja’. Históricamente, Luis Enrique se ha enfrentado a la prensa. Su narrativa ha sido casi siempre similar: es imposible que un reportero sepa más de fútbol que un entrenador. “Ustedes analizan los partidos cuando ya se jugaron, yo tengo que anticiparme antes que se jueguen”, ha repetido como un dogma.
Como un golpe a los medios de comunicación tradicionales, apostó por explayarse en transmisiones en vivo independientes a través de la plataforma Twitch. Luis Enrique, más que nadie, sabía a lo que se exponía en caso España se despidiera antes de tiempo del Mundial. Y entonces sucedió. Apenas se consumó la eliminación ante Marruecos, el ataque de la canibalesca prensa deportiva española no se hizo esperar. Es difícil que una federación respalde en una situación tan crítica. Así que decidieron lo más fácil: no renovarle contrato al ex Barcelona y Real Madrid.
”Van a extrañar mucho a Luis Enrique”, firmó el experimentado comentarista de DSports, Alex Candal (que radica en Barcelona y sabe bastante del tema). Este columnista piensa lo mismo. El espejismo del Mundial 2010 con el Barcelona de Guardiola, reforzado con el Real Madrid de Pellegrini, ha confundido la ruta en la península ibérica. Antes del título en Sudáfrica, solo sumaban una semifinal en 1950, después España siempre navegó entre cuartos y octavos de final. Provocador, desafiante, pero Luis Enrique tenía razón: es uno de los que más sabe de fútbol en su país. Cometió errores (como no llevar a Thiago y De Gea), sin embargo tenía proyección con una selección joven que formó con convicción. Le costará mucho a España. Con Luis Enrique había hoja de ruta, sin él: yo no sé mañana.