Brasilia. La tasa de aprobación del Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se derrumbó a un escaso 7,7 %, según una encuesta divulgada, que ubicó el índice de rechazo a la gestión de la mandataria en un 70,9 %.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El sondeo fue realizado por la firma MDA para la Confederación Nacional del Transporte (CNT, patronal) y dice que el 20,5 % de las personas entrevistas calificaron al Gobierno como “regular”.
MDA preguntó sobre el grave escándalo de corrupción destapado en la estatal Petrobras y dijo que un 69,2 % consideró que Rousseff tiene algún grado de culpa en esas irregularidades, que han llevado a sectores minoritarios de la oposición a demandar la apertura de un juicio político con miras a la destitución de la mandataria.
Según el sondeo, un 62,8 % de las personas consultadas se mostró a favor de ese juicio, frente a un 32,1 % que se declaró en contra.
El pasado 1 de julio, cuando se cumplieron seis meses del inicio del segundo mandato de Rousseff, un sondeo del Instituto Ibope situó la tasa de aprobación del Gobierno en un 9 %.
Esa encuesta estaba en sintonía con otra difundida 10 días antes por la firma Datafolha, que ubicaba ese mismo indicador en un 10 %.
Según MDA, la encuesta divulgada tiene un margen de error de 2,2 puntos porcentuales y fue realizada entre los pasados 12 y 16 de julio, período en el que fueron entrevistados 2.002 electores de 137 municipios de todas las regiones del país.
El desgaste del Gobierno y de la propia mandataria es más que visible, sobre todo si se compara con el 51 % de votos que Rousseff obtuvo en la segunda vuelta de las elecciones de octubre pasado, en las que fue reelegida para un segundo mandato.
Desde entonces, su popularidad y el respaldo a su gestión han caído en picada empujados por el escándalo en Petrobras y también por una delicada situación económica, que tiende a agravarse.
El Gobierno ya ha admitido que la economía se contraerá este año un 1,2 %, aunque los analistas del sector financiero privado elevan ese derrumbe al 1,7 %, según un sondeo divulgado esta semana por el Banco Central.
Fuente: EFE