La policía comenzó este miércoles a reemplazar a más de 3.000 militares que ocupaban desde hace un año el peligroso complejo de favelas de Maré, situadas cerca del aeropuerto internacional de Rio de Janeiro, ciudad que albergará en poco más de un año los Juegos Olímpicos.
La estrategia forma parte del programa gubernamental para restablecer el orden en estas 16 favelas que ocupan 7 km2 y donde viven unas 140.000 personas, situadas al borde de la Bahía de Guanabara y junto a los principales accesos al centro de Rio.
Desde el año pasado, cuando tuvo lugar la Copa del Mundo de fútbol, “había un trabajo de integración entre el ejército y 220 policías en Maré. El proceso de 'pacificación' continúa y comenzamos (a retirar a los militares) por las favelas Praia de Ramos y Roquette Pinto que son las más tranquilas”, dijo a la AFP en la Maré el portavoz de la policía militar, Frederico Caldas.
“A partir de mayo, entraremos en las de Nova Holanda y Parque Uniao, donde esperamos resistencia” de parte de narcotraficantes, “pero debemos mostrar nuestra determinación” en mantener el proceso de pacificación en esta región, agregó.
La sustitución de los militares por la policía concluirá el 30 de junio con la implantación de cuatro comisarías conocidas como Unidades de Policía Pacificadoras (UPP), donde trabajarán 1.600 policías, “una cifra que puede cambiar en función de las necesidades”, dijo Caldas.
El gobierno de Rio de Janeiro ha reconquistado 264 favelas donde viven más de 1,5 millones de personas de manos de narcotraficantes y milicianos antes de la Copa del Mundo y con vistas a los JO de 2016, e instaló en ellas 38 UPP. Durante más de tres décadas la policía no entraba a estas barriadas, que carecían también de servicios públicos esenciales como clínicas o saneamiento.
Actualmente cerca de 10.000 policías están desplegados en estos territorios, pero aunque la población reconoce que ya los narcos no se pasean armados con fusiles por las calles, en muchos de ellas continúa la violencia entre diferentes facciones narco, entre narcos y policías y hasta la brutalidad policial con habitantes.