El padre Helmut Guggemos, párroco hasta el pasado domingo de la iglesia de San Marcos en Weissenberg, a orillas del lago Boden en Alemania, anunció en pleno sermón que colgaba los hábitos para casarse y los fieles lo despidieron con una larga ovación.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Varios medios locales recogen hoy la declaración de Guggemos y recuerdan además que es la segunda ocasión este año en que una localidad del lago Boden (suroeste de Alemania) pierde a su párroco a causa del amor.
La marcha de Guggemos, de 45 años, ya era conocida, pero la página web de la iglesia había explicado que dejaba el puesto por razones de salud.
La verdad, como el propio Guggemos reveló en el sermón del domingo, era que se había enamorado de una mujer del norte de Alemania, con la que piensa casarse y crear una familia.
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El sermón de Guggemos, según los medios de la región, fue escuchado en profundo silencio y al final del mismo los fieles empezaron aplaudir emocionadamente.
“Fue algo tan intenso que se me puso la carne de gallina”, dijo Guggemos en una entrevista con el diario “Lindauer Zeitung”.
“Ahora estoy feliz y aliviado de poder reconocer de manera abierta y honesta mis sentimientos por la mujer que quiero”, agregó.
El apoyo de los fieles le dio fuerzas; “Si pudiera seguir siendo párroco con mujer y familia naturalmente me hubiera quedado”, aseguró.
En octubre pasado, en Wasserburgo, a sólo diez kilómetros de Weissenberg, el párroco Martin Steiner también colgó los hábitos para casarse con una mujer, aunque esta vez lo hizo sin despedirse de los fieles en un sermón.
Los feligreses expresaron en su momento su comprensión, aunque lamentaron la falta de una despedida personal y que el ex-parroco no dejara sus datos de contacto.
Fuente: EFE