El papa Francisco llegó el jueves al Perú procedente de Chile, donde cerró su visita de tres días con una misa en la región norteña de Iquique, en la que reunió a tan solo 50 mil fieles.
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De hecho, solo basta comparar las calles de la capital chilena al momento de su salida del aeropuerto de Santiago con el masivo recibimiento que le dio la gente a su arribo a Lima, para palpar la enorme diferencia del calor popular entre uno y otro sitio.
Y es que una multitud acompañó al pontífice desde el aeropuerto Jorge Chávez hasta la Nunciatura Apostólica. Los fieles, muchos de ellos con banderas peruanas o pancartas, cantaron y levantaron sus manos durante el paso de Francisco, quien los saludó en su recorrido por las calles de la capital.
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Hace 30 años el 80% de los chilenos se declaraba católico, pero la cifra ha caído al 60%.
La tendencia se ha visto exacerbada por un escándalo sobre abusos sexuales de un religioso. En los últimos 15 años, 80 sacerdotes y religiosos católicos han sido acusados por abuso sexual en Chile. De ese total, 45 fueron condenados por la justicia civil o canónica, y de ellos 34 tienen como víctimas a menores.
Los 80 religiosos son cuatro obispos, 66 sacerdotes, un diácono, dos consagrados y seis hermanos maristas. La lista también incluye a una monja y a un sacerdote peruano, Gerardo Araujo (franciscano), que abusó de un niño de 12 años.
Además, muchos chilenos recelan de la influencia de la Iglesia a la hora de mantener duras restricciones legales en cuestiones sociales como el matrimonio y el aborto.
En su último día en Chile, el pontífice desató la ira de algunas víctimas de los abusos sexuales a menores por parte del sacerdote chileno Fernando Karadima al defender a un discípulo de éste y obispo de Osorno, Juan Barros, que ha sido cuestionado por haber encubierto supuestamente esos hechos.
El papa Francisco llegó el jueves al Perú, en una visita oficial y apostólica de tres días que lo llevará a la ciudad amazónica de Puerto Maldonado, a la norteña Trujillo y a Lima, donde el domingo celebrará una misa de cierre ante más de 1 millón de personas.
Fuente: Agencias