La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se refirió hoy a las protestas que llevaron a más de 250.000 personas a las calles de distintas ciudades del país, incluyendo a Sao Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia.
Esas voces de las calles deben ser escuchadas, dijo Rousseff en un discurso en el palacio Presidencial. Mi gobierno está escuchando esas voces por el cambio. Mi gobierno está empeñado y comprometido con la transformación social”, añadió.
Rousseff elogió el carácter pacífico de las manifestaciones –aunque sí hubo disturbios- y afirmó: Las voces de las calles quieren más ciudadanía, salud, transporte, oportunidades.
Ex guerrillera que luchó contra la dictadura militar y que pagó con cárcel y tortura sus delitos de aquel entonces, Rousseff reconoció una lucha en las calles por los derechos ciudadanos y sostuvo: “mi generación sabe cuánto nos costó eso”.
Agregó que su gobierno “quiere ampliar el acceso a la educación y la salud, comprende que las exigencias de la población cambian cuando cambiamos Brasil, porque elevamos la renta, ampliamos acceso a empleo, a educación.
¿Por qué protestan los brasileños