Pasado el viernes de la ira en Egipto, día en que la cifra de muertos se incrementó en 100 (el jueves hubo 600 muertos), los islamistas prometen no cesar en su lucha pese a que el ejército los ha masacrado en solo dos días.
El portavoz de los Hermanos Musulmanes –partido de los seguidores de Mohamed Mursi-, Gehad el Haddad, lanzó el siguiente aviso: Ha empezado la semana de la ira para hacer caer el golpe y habrá manifestaciones pacíficas diarias en todas las provincias de Egipto desde los mismos puntos de reunión.
La cofradía islámica, a la que perteneció Mursi antes de que accediera a la Jefatura del Estado, organizó las protestas de ayer en rechazo a la operación policial que desmanteló sus campamentos el miércoles pasado en El Cairo.
CIFRA DE MATANZA Las cifras de víctimas tras la nueva matanza del viernes de la ira son inciertas. El Ministerio de Sanidad ha confirmado solo 17 muertos y 82 heridos en todas las provincias, mientras que los Hermanos Musulmanes señalaron que en la capital murieron más de 100 personas.
En vista de la situación, el Gobierno egipcio explicó en un comunicado que se enfrenta a un plan terrorista de los Hermanos Musulmanes e instó a los ciudadanos a la unidad nacional y a no hacer caso a los llamamientos que incitan a las divisiones.
REACCIÓN INTERNACIONAL Las reacciones en el mundo árabe no se han hecho esperar. Tanto Arabia Saudita como Emiratos Árabes Unidos expresaron su apoyo a la lucha de los egipcios contra el terrorismo. En Ammán (Jordania) y en Jartum (Sudán), cientos de islamistas salieron a las calles para manifestar su apoyo a los partidarios de Mursi.
Además, la tensión ha aumentado entre Egipto y Turquía, que decidieron llamar a consultas a sus respectivos embajadores. Los lazos entre ambos se han deteriorado desde que Mursi fuera depuesto por el ejército el pasado 3 de julio.