El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se unió hoy a los reclamos de una mayor explicación de los países europeos implicados en el incidente con el avión del presidente boliviano, Evo Morales, y advirtió que este caso deja una herida en las relaciones de Europa con América Latina.
Sigo pensando que no es calificable como un incidente cualquiera lo que ocurrió el 2 de julio, dijo el jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras escuchar las explicaciones dadas por los representantes de España, Italia, Portugal y Francia durante una sesión extraordinaria convocada para discutir el incidente de la semana pasada, cuando el avión de Morales se vio impedido durante horas para atravesar el espacio aéreo de esos países.
Es una ofensa grave a un presidente democrático de esta región, es una ofensa grave haberle impedido el paso, es una ofensa grave haberlo obligado a aterrizar de emergencia (en Viena), es una ofensa grave haberlo hecho permanecer ahí, y si efectivamente se le pidió que dijera de nuevo quién iba en el avión, eso es una ofensa grave, zanjó en un tono inusualmente duro.
LO CONSIDERÓ UN HECHO GRAVE El secretario general tomó la palabra al término de la primera parte de una reunión extraordinaria de la OEA convocada a petición de Bolivia para discutir expresamente este incidente.
Que cuatro países europeos impidieran por diversas razones al mismo tiempo el paso de un avión bajo la sospecha infundada de que en él pudiera estar el informante estadounidense Edward Snowden no puede ser casualidad, subrayó el chileno.
De pronto, cuatro países cierran su espacio aéreo a un avión. ¿Y esto es casualidad? No, está muy claro que aquí hay un hecho que va más allá de las explicaciones que aquí se han dado, aquí hay un hecho grave que no ha sido aclarado, y eso debe ser condenado o lamentado con energía, no es aceptable, condenó.
Según Insulza, esto deja una herida y la mejor forma de que se cure, sane, es que sepamos lo que realmente ocurrió la tarde del 2 de julio.