El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a ayudar a Israel y al Líbano a implementar el acuerdo histórico que suscribieron este jueves para demarcar sus fronteras marítimas y que tendrá importantes repercusiones en la política energética de la región.
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En un comunicado, Biden aseguró que su Gobierno seguirá actuando como mediador entre Israel y el Líbano, que no tienen relaciones diplomáticas, y los ayudará a implementar el acuerdo.
“Estados Unidos seguirá actuando como facilitador mientras las partes trabajan para cumplir con sus compromisos e implementar el acuerdo. La energía, especialmente en el Mediterráneo oriental, no debe ser motivo de conflicto, sino una herramienta para la cooperación, la estabilidad, la seguridad y la prosperidad”, dijo el mandatario en un comunicado.
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Biden recibió el miércoles en la Casa Blanca a su homólogo israelí, Isaac Herzog, y alabó su “valor” para suscribir el acuerdo.
El pacto representa la primera demarcación de fronteras marítimas entre Israel y el Líbano y acaba con una larga disputa sobre las fronteras de unas aguas ricas en gas en el Mediterráneo.
El territorio en cuestión consiste en unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana. En virtud del acuerdo, el Estado israelí explotará el primero y su vecino árabe, el segundo.
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El acuerdo se firmó en una ceremonia en la localidad libanesa de Naqoura, en la frontera con el Estado judío, en presencia del mediador estadounidense en las negociaciones, Amos Hochstein.
El Líbano e Israel, que no mantienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en guerra, comenzaron un diálogo indirecto para delinear su divisoria marítima en octubre de 2020, retomándolo este verano tras un largo paréntesis por desacuerdos en las demandas básicas.