Toda elección deja no solo un ganador sino también un vencido, o varios, y numerosos personajes que quedan descolocados, según las características y promesas de quien sale airoso de la contienda. El reciente proceso, con el triunfo categórico del republicano Donald Trump, no ha sido la excepción.
El presidente electo, con su verbo afilado, realizó varias promesas controvertidas en campaña y, ya con su vuelta segura a la Casa Blanca desde enero del 2025, mantiene en expectativa a líderes de otros países sobre si cumplirá o no sus anuncios. De la misma manera, dejó en fuera de juego a quienes apostaron fuertemente en su contra a lo largo de los últimos meses.
El Partido Demócrata no solo perdió la Casa Blanca sino también el Senado. Está peleando la Cámara de Representantes, pero la tiene difícil y habrá que esperar unos días más. Tampoco ganó el voto popular, lo cual no ocurría desde el 2004. Si Joe Biden rebasó los 81 millones de votos en el 2020, a Kamala Harris le costará esta vez llegar a los 70 millones. Apostó fuertemente a la democracia y al aborto como temas de bandera. y no le alcanzó. Buscó a su figura más popular en la recta final, Barack Obama, y tampoco. Los demócratas han caído en un pozo oscuro.
En la víspera de la elección, la agencia France Press se preguntaba si acaso las elecciones podían estar menos reñidas de lo que decían las encuestas. Y así ha ocurrido: Trump ha sobrepasado con largueza los 270 votos electorales y superaría incluso las cifras que lograron él mismo en el 2016 y Biden en el 2020. Si hace ocho y cuatro años nos preguntamos por qué y en qué habían fallado los sondeos, esta vez la interrogante resuena más. El ‘instinto de rebaño’ -que consiste en maquillar datos para alinearse con resultados de los demás- entre las encuestadoras acabó haciendo gran daño.
Taylor Swift, Beyoncé, Jennifer López, Meryl Streep, Eminem, Bruce Springsteen, Ricky Martin. La lista de los cantantes, actores y personajes de la farándula que, en algún momento de la campaña, mostraron su adhesión por la postulación de Harris es larga, ciertamente mucho más de aquella de los que se inclinaron por Trump. Sin embargo, apenas pudieron mover la aguja en favor de su candidata favorita y no pocos han mostrado su desazón y frustración en las horas posteriores al desenlace electoral.
“No hay motivo de preocupación, estoy segura que va a haber diálogo”, acaba de decir la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tras el triunfo de Trump. Pero eso no se lo cree ni ella, quien justamente el martes 5 le recordó al presidente electo que el flujo de migrantes desde su país a Estados Unidos ha disminuido 75% luego de una amenaza trumpista de subir los aranceles a los productos mexicanos. No lo duden: tensiones comerciales y deportaciones masivas se vislumbran en la relación bilateral entre Washington y Ciudad de México.
Difícilmente haya tenido Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, alguna noche tranquila desde febrero del 2022, cuando Rusia invadió su país. Pero esas jornadas en vela se pueden acentuar con el retorno de Donald Trump debido a que ya dijo que estaba en contra del gran desembolso económico en ayuda militar de Washington a Kiev. Y junto con él también hay inquietud entre los países europeos miembros de la OTAN en vista de las críticas y la relación tirante que tuvo Trump con la alianza durante su primer gobierno.