El caso del pescador que dice haber estado a la deriva 13 meses entre México y las Islas Marshall, en Micronesia, ha llamado la atención a mucha gente. Pero no todos los casos tienen final feliz, como el del salvadoreño José Salvador Alvarenga.
De hecho, el mar es un lugar muy peligroso para perderse, especialmente el Océano Pacífico, que ocupa la tercera parte de la superficie de la Tierra.
Para comenzar, entre tormentas, depresiones tropicales y huracanes, hubo más de 20 en el Pacífico oriental, entre América Central, México y los estados de California y Hawai, Estados Unidos, y el doble entre tormentas y tifones en el Pacífico occidental, incluido Haiyan, que devastó Filipinas.
El capitán Tomás Francisco Ramírez, de la marina mercante de México, explicó a BBC Mundo que es increíble que Alvarenga haya podido estar tanto tiempo a la deriva, sobre todo en un lugar tan vasto y solitario como el Pacífico.
“Todos los lugares para naufragar son peligrosos”, afirma.
Ramírez indica que las partes más solitarias del Pacífico son “por donde no hay rutas que los barcos mayores utilizan para sus viajes, que ya son rutas preestablecidas”.
“Donde se supone que dice él que se fue hay unas corrientes que siempre llevan hacia aquel lado y son perennes”, añade. “Entonces si algo sucede en ese lugar donde él dice que sucedió, te va a empujar hacia allá por lógica. No es un lugar donde pasan muchas rutas de embarcaciones”.TEMPERATURA Y RUTAS DE NAVEGACIÓNAlfredo Siles, oficial de la marina mercante de Perú con experiencia de 10 años de navegación, coincide en su explicación a BBC Mundo: “En el mar todo es adverso, pero la supervivencia depende del clima y la temperatura del agua; mientras el agua esté más fría, menos tiempo de supervivencia vas a tener”.
“La temperatura de tu cuerpo va a ir disminuyendo hasta que te dé hipotermia, no tengas la capacidad de reacción, te hundas y te mueras”, agrega.
A la pregunta de cuál es concretamente el peor lugar para naufragar o quedar a la deriva, Siles responde: “El lugar donde está más frío, sin hablar de las circunstancias en donde puedas estar, por supuesto si es el Caribe o Australia, donde hay puros tiburones blancos, también sabes que el ambiente está caliente pero no tienes mucha capacidad. Pero quitando ese punto de agentes externos, es el mar en sí y la temperatura la que te va a hacer aguantar o no”.
¿Pero en qué lugares hay menos tránsito, es decir menos probabilidades de que a uno lo encuentren? “El Pacífico es el lugar más inhóspito”, contesta Siles. “Es el océano más grande”.
¿Acaso no hay rutas de navegación? “El mar es inmenso y hay tráfico de líneas, que los buques utilizan normalmente no como carreteras pero usan esos caminos, por diferentes razones”, señala.
“Por ejemplo, si uno sale de Perú y quiere ir a China o Japón, bordea y pasa cerca de Hawai, porque en el océano la distancia entre dos puntos no es la línea directa sino la curva, porque la tierra es redonda”, agrega.
“Los capitanes de los buques tratan de tener un punto de referencia por si sucede algo”, detalla. “Antiguamente lo hacían para tomar combustible y agua. Pero entre las Islas Marshall y Centroamérica o México no hay un tráfico corriente, el camino hacia Australia no es de mucho tráfico comercial”.SUPERVIVENCIA¿Qué ocurre durante la noche, si pasan barcos al lado del náufrago? “Cuando uno navega mantiene sus radares encendidos”, explica Siles. “En el caso de una embarcación pequeña que es más madera que metal, como los radares tratan de captar el metal, si es de madera no la captan bien”.
Para el experto es un milagro que Alvarenga haya sobrevivido. “Debe haber estado siempre en zona tropical”. Por supuesto, también se libró de tormentas y tiburones.
Ramírez, por otro lado, nos comentó que parte de su responsabilidad como marino es entrenar a pescadores como Alvarenga.
“Lo que les explicamos es cómo sobrevivir en esas condiciones adversas, como supuestamente le pasó a este señor”, señala. “Los preparamos en teoría y en práctica, aunque no para tantos días, sino para los primeros días de una situación de peligro como la que pasó este muchacho”.
“Es una obligación de los pescadores recibir ese curso, porque para poder trabajar en una embarcación tiene que tener un permiso que le da el gobierno y ese permiso se logra teniendo el curso de supervivencia”.
“Afortunadamente (Alvarenga) tomó en serio todos los conocimientos que le inculcamos y pudo sobrevivir mucho tiempo”, agregó.
El marino mexicano también nos relató una experiencia que tuvo de rescate en altamar.
“Me tocó rescatar a alguien, pero no de una manera tan dramática, los encontré en una embarcación a la deriva y los recogí, no estaban tan dañados ni tanto tiempo, fue cerca de las Islas Marías, en el Pacífico de México”.