Washington. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, acusó el lunes a Cuba y Venezuela de intentar sacar provecho de las protestas democráticas en América Latina, y aseguró que Washington apoyará a los países que intenten impedir que la agitación que vive la región se convierta en revueltas.
Durante un discurso en Kentucky, Pompeo reiteró sus acusaciones de que Cuba y Venezuela han ayudado a elevar la agitación en medio de las recientes manifestaciones que viven varios países en la región, aunque no ofreció datos específicos para respaldar sus comentarios.
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Pompeo citó las protestas en Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, y dijo que este último país había cerrado su frontera con Venezuela por temor a que ingresaran manifestantes desde la nación petrolera.
“En el Gobierno seguiremos apoyando a los países que intentan evitar que Cuba y Venezuela secuestren esas protestas y trabajaremos con (los gobiernos) legítimos para evitar que las protestas se conviertan en disturbios y violencia que no reflejan la voluntad democrática de la gente”, sostuvo Pompeo.
Las relaciones de Estados Unidos con La Habana se han deteriorado desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo en enero de 2017. Su Gobierno ha revertido la apertura lograda durante el mandato del demócrata Barack Obama.
La tensión se ha centrado especialmente en el apoyo de La Habana al presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos acusa de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
Moderación militar sobre Venezuela
Pompeo también dejó claro que Estados Unidos no planea una intervención militar en Venezuela.
El secretario de Estado defendió el “realismo” de sus políticas y apoyó un enfoque moderado, dentro de las capacidades de Estados Unidos.
“Hemos aprendido por la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos trabajado para privar a Maduro y a sus compinches de los ingresos del petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano”, dijo Pompeo.
El jefe de la diplomacia afirmó que está seguro de que el gobierno de Maduro va a caer, y comparó su situación a la del dictador rumano Nicolae Ceausescu, que en julio de 1989 dijo que el capitalismo nunca llegaría a su país y que antes del final de ese año murió ejecutado, tras ser derrocado.
“El fin de Maduro se acerca también. Solamente no sabemos qué día”, dijo Pompeo en Louisville, Kentucky, cuando faltan poco más de un mes para que se cumpla un año desde que el líder parlamentario venezolano Juan Guaidó se declaró presidente interino y fue reconocido por Estados Unidos como mandatario legítimo del país.
Estados Unidos ha pedido a Maduro desde enero que deje el país, y en abril Pompeo dijo, tras un levantamiento de militar sofocado, que el líder venezolano tenía un avión listo para huir a Cuba.
A diferencia del resto de la agenda internacional de Estados Unidos, en el caso de Venezuela, Washington ha contado con el apoyo de gran parte de los países occidentales y de América Latina para aplicar sus políticas orientadas a aislar al gobierno venezolano y reconocer a Guaidó.
“Estoy orgulloso de lo que hemos hecho en la región, queda mucho trabajo por hacer en nuestro patio trasero, en nuestro Hemisferio”, dijo Pompeo.
Fuente: Reuters / AFP