En diciembre del año pasado, Javier Milei asumió la presidencia de Argentina con la difícil misión de revertir una severa crisis económica, para lo cual insistió en la aplicación de medidas difíciles pero necesarias que suponían recortes en el gasto público y la reducción del Estado.
La agenda interna continúa complicada y en medio de movilizaciones, huelgas y paros nacionales, el gobierno del líder libertario ha tenido que ceder en algunos puntos para celebrar su primera victoria legislativa con la aprobación de la Ley de Bases o ‘ley ómnibus’, que contiene las reformas clave con las que Milei busca cambiar el rumbo de Argentina.
Pero tan complejo como el escenario nacional se ha mostrado en este tiempo el frente externo debido a los cruces que ha tenido el mandatario argentino con varios países. Si bien algunas pugnas se van enfriando, otras se activan y unas más recobran vida luego de que Milei pronuncia discursos o la cancillería emite pronunciamientos.
Difícilmente la política exterior argentina ha vivido meses tan agitados como los siete que lleva Javier Milei al frente del país. El choque diplomático más fuerte ha sido con el Gobierno Español, agudizado con dos viajes a la península ibérica en los que Milei lanzó alusiones muy directas contra Pedro Sánchez, su esposa Begoña Gómez y el hermano del presidente. Recordemos que también ministros y funcionarios españoles lanzaron comentarios despectivos o irónicos en contra del gobernante sudamericano.
Pero también ha tenido impasses con los jefes de Estado de México, Colombia y Venezuela, todos en las antípodas ideológicas del líder libertario. Llamó ignorante a Andrés Manuel López Obrador en una entrevista con CNN luego de que el líder mexicano criticara sus primeras medidas. A Gustavo Petro lo calificó de “asesino terrorista” luego de un cruce con fuertes críticas entre ambos Ejecutivos. Bogotá tomó entonces la decisión de retirar a su embajador en Buenos Aires.
Aunque disentir en ideas no significa necesariamente pelear, el gobernante argentino lleva adosado el ADN del conflicto. El muy extraño intento de golpe en Bolivia le volvió a afilar los dientes y en un posteo en la red social X escribió “fraude montado”, “perfecto idiota” y “estupidez a la vista”, todo lo cual propició que Bolivia llamara a consultas a su embajador en Buenos Aires y convocara al embajador argentino en La Paz para expresar su “rechazo enérgico” a las “inamistosas declaraciones”.
La semana viene cargada y con Brasil ha vuelto a encenderse el fuego, avivado de ambos lados. Lula da Silva dijo hace unos días que, antes de reunirse con Milei, este tendría que pedirle disculpas “por las tonterías que dijo”. Debían verse este lunes 8 en Paraguay en la cumbre del Mercosur, pero el presidente argentino decidió cortar por lo sano: no irá. Pero sí estará el fin de semana en Brasil en una conferencia de la derecha brasileña bolsonarista, el enemigo acérrimo de Lula.