Reino Unido. Para el ministro británico de Comercio Internacional, Mark Garnier, enviar a su secretaria, a quien le asignó un apodo obsceno, a comprar objetos sexuales no es considerado acoso sexual. La indignación puede percibirse a kilómetros de distancia debido a que este es el cuarto caso que se ha presentado en los últimos días contra trabajadoras estatales.
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Garnier confesó que ordenó a su secretaria comprarle juguetes sexuales. Pero luego, en una entrevista para el periódico The Mail on Sunday, el ministro señaló que dicha acción no puede considerarse acoso sexual. Por otro lado, el ministro de Salud, Jeremy Hunt, señaló que se realizarán investigaciones para constatar si en algún momento se violó el código ministerial británico. “Esas historias, si son ciertas, son por supuesto totalmente inaceptables… Hay padres cuyas hijas estudian política con la esperanza de obtener un empleo en Westminster y deben estar seguros de que, si obtienen ese trabajo, sus hijas no serán objeto de algunos de los comportamientos que observamos”, declaró Hunt para la BBC.El diario The Sun señaló que además de este caso se tiene conocimiento de un supuesto grupo de WhatsApp de mujeres. Allí, ellas lanzan advertencias sobre sus colegas o jefes. “No es seguro ir con él en un taxi”, “no se suban con él en un asesor”, son algunos de los mensajes que pronto saldrían a la luz.
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